
Rompiendo patrones
Mujeres como Beatriz Angulo allanaron el camino para que contemos en Extremadura con 27.264 autónomas
Candelaria Carrera Asturiano
Martes, 4 de marzo 2025, 23:01
Secciones
Servicios
Destacamos
Candelaria Carrera Asturiano
Martes, 4 de marzo 2025, 23:01
Levantaba y bajaba la mano con elegancia. Nadie entendía de donde provenía ese movimiento, que repetía mecánicamente en su abstracción. Era fascinante observarla. El ritmo ... que le imprimía era bello, como si fuera una pose de ballet. Lo que hacía realmente, en esos últimos momentos de su vida era coser de forma imaginaria, con hebras de hilo muy largas.
Beatriz Angulo nació en los años 20 del pasado siglo en un barrio humilde, y aunque tuvo una infancia feliz, la guerra civil dejó en ella una huella indeleble de sangre y miedo. Tuvo que abandonar el colegio siendo una niña para contribuir al mantenimiento de su casa, como la mayoría de gente en aquella España hambrienta, y su madre la metió en un taller de costura para que aprendiera el oficio. Trabajó duro y pronto despuntó por su habilidad innata para la confección y su inteligencia para entender a las clientas y proporcionarles el trato que requerían. Su afición al cine hizo el resto. Supuso una válvula de escape en una época gris, y le permitió seguir educándose estéticamente y avanzar en el mundo de la moda.
Y dio el salto. Abrió su propio taller, con mucha valentía, venciendo dudas y prejuicios. Compatibilizó su trabajo con el cuidado de su familia y se convirtió en un referente de la costura y el diseño, no solo para las mujeres de la zona sino de otras ciudades de España. Compraba patrones en casas de alta costura, viajaba a Barcelona para descubrir tendencias y trataba con soltura a los proveedores para conseguir las mejores telas al precio más asequible. Creaba de la nada y era capaz de ocultar una cojera con guata estratégicamente repartida y plomos en los dobladillos. Pura magia.
Como Beatriz, muchas mujeres en España se enfrentaron a las dificultades de una época en la que apenas tenían derechos, incluidos los económicos. No podían abrir su propia cuenta bancaria, aunque gestionaran negocios rentables y ganaran más dinero que sus maridos, por muy descabellado que hoy pueda parecer.
Ninguna calle o plaza lleva sus nombres, pero sin su determinación y su lucha por superar las barreras sociales, ahora la vida sería diferente.
Ellas allanaron el camino y fueron las precursoras para que en la actualidad contemos en Extremadura con 27.264 mujeres autónomas. El número no ha dejado de crecer en la última década y aunque muchas emprenden por necesidad, cada día son más las que lo hacen con el convencimiento de que es la mejor opción.
No obstante, siguen existiendo obstáculos añadidos para montar un negocio si eres una mujer. Se mantienen estereotipos de género en muchos ámbitos, como el financiero, lo que supone una desventaja competitiva flagrante.
Desde el Área de Mujer de Federación ATA, tenemos claro que la igualdad que tan fácilmente aguanta el papel en forma de ley debe trasladarse a la vida real y no vamos a esperar de brazos cruzados. Seguiremos empujando hasta conseguir que emprender, para cualquier mujer, sea una elección libre, sin límites ni condiciones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.