Un cara a cara al límite

Los datos ofrecidos por los tracking de GAD-3 para este periódico se han visto confirmados y realzados tras la imagen proyectada por los dos presidenciables a favor del candidato popular. Dado que Sánchez no supo aprovechar la ocasión que buscaba de manera ostensible, es todavía más difícil que en lo que resta de campaña pueda dar con recursos argumentales eficaces o momentos de oportunidad para corregir a su favor el rumbo de la confrontación electoral, empezando por estimular la afluencia a las urnas de los ciudadanos que pudieran votar socialista un domingo de finales de julio. Una fecha que podría acabar marcando aún más al convocante si se ve perjudicado por la abstención.

Pero la retransmisión del debate no proyectó solo un pulso entre dos aspirantes que haya llevado a la opinión pública a preguntarse quién estuvo mejor y quién peor en escena. Se convirtió en un cruce tal de datos, críticas e imputaciones políticas que, aunque supusieran una síntesis de todo lo dicho con anterioridad, requeriría mayor precisión y respeto a la verdad de cara al 23 de julio. Junto a ello mostró a dos dirigentes políticos expresando sus diferencias con un ardor que puede llamar la atención del público, pero casi al límite de lo que ha de considerarse responsable por parte de quienes aspiran nada menos que a hacerse con el timón del Ejecutivo español. Por ello sería deseable que Sánchez y Núñez Feijóo expresen su firmeza de convicciones y sus manifestaciones de voluntad con la moderación correspondiente a su institucionalidad.