

Secciones
Servicios
Destacamos
Queda medio mes y Badajoz va con todo al carnaval. Tambores, barras fuera, botellón diseminado y exaltación de la amistad hasta que las pinturas de ... la cara se conviertan en churretes y el rímel nos convierta en mofetas.
En 2020 el coronavirus pasó rozando, en 2021 nos conformamos con estar vivos y tiramos de recuerdos, pero en este 2022 toca ser pioneros. Hoy nos vuelven a quitar la mascarilla en la calle y la pandemia está en un punto en que las autoridades han dicho que cada uno se organice como pueda. Se apela a ese lugar común tan utópico y poco fiable al que los políticos llaman 'responsabilidad individual', justo lo primero que extraviamos cuando pasamos de la cerveza al vaso largo. Y así, con el afán explorador que caracterizó a nuestros antepasados los conquistadores, aquí celebraremos el primer gran fiestorro de masas de España con el virus todavía flotando en el ambiente como una tribu de indios acechando desde el follaje con sus cerbatanas.
Llámalo temeridad, llámalo paso adelante, llámalo hay que vivir a lo ancho y no a lo largo o llámalo si no hay carnaval Badajoz se deprime.
Ahora que somos fiesta internacional cuando los corresponsales nos pongan el micro habría que subrayar la generosidad de los pacenses, dispuestos a servir de ensayo científico previo a Las Fallas de Valencia, los Sanfermines de Pamplona, la Tomatina de Buñol o, si se permite la licencia, la Semana Santa de Sevilla. No sé si disfrazarme de cobaya o del forcado que va de cara.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.