Partimos de la base que para muchos científicos el problema mayor del planeta Tierra, en relación con el medio ambiente, es el cambio climático motivado ... por la emisión de gases de efecto invernadero. Algunos científicos son negacionistas. Aceptan un aumento de la temperatura pero como consecuencia de un ciclo biológico natural. Es fácil deducir que los países más industrializados, los más ricos son los que más emisiones de gases lanzan a la atmósfera. Dispares son las actividades que producen los gases; se encuadran en agrícolas e industriales, la pesca, la deforestación, pero sin duda, el consumo de energía procedente de los combustibles fósiles encabeza las emisiones con un 60% del total y a la vez es uno de los asuntos más polémicos. Se aboga por energías limpias que emitan poco CO2 a la atmósfera: eólicas, fotovoltaicas e hidráulicas; en este grupo está incluida la energía nuclear.
Cada fuente energética tiene una determinada problemática ambiental: la energía eólica, además de su ruido e impacto visual, es peligrosa para las aves que puedan impactar en sus alas. La fotovoltaica igualmente con impacto visual negativo. La hidráulica se obtiene del agua embalsada de los ríos. En Extremadura nuestros ríos están fuertemente represados por barreras artificiales. Se contabilizan más de un centenar de presas en ríos y arroyos. Badajoz es la provincia de España con mayor agua embalsada, 6939 hm3. Desde pequeño nos enseñaron un principio básico –un río es una corriente continua de agua– en las escuelas. Es por tanto una energía limpia, pero producto de una agresión al medio natural al alterar los flujos de agua. Los expertos consideran que nuestra región puede ser un referente nacional en energías renovables y sostén energético a nivel europeo. Con abundantes horas de sol dispone de un gran almacenamiento de agua.
Además de sol y agua Extremadura cuenta con una central nuclear con dos reactores que suministra aproximadamente el 7% de la energía que consume nuestro país. ¿Nucleares sí o nucleares no? Es una de las fuentes de energía que menos CO2 emite a la atmósfera. Su problema es la producción de residuos radiactivos. ¿Se cierra Almaraz o se prolonga su vida? Independientemente de la afectación social la decisión es complicada para las empresas propietarias y para algunos partidos políticos. Tal es así, que el PSOE extremeño se postula en Madrid a favor del cierre y en Extremadura a favor de su mantenimiento.
Cualquier actuación que se pretenda hacer, por pequeña que sea, en el medio natural produce en mayor o menor medida una alteración del medio ambiente. La conocida escritora y activista Sunita Naraim manifestaba que la base para alcanzar un desarrollo sostenible se debe cimentar en el conocimiento, con criterios técnicos, y no debe gravitar en populismos y griteríos. Prohibir todo sería volver a un crecimiento cavernario inviable con la realidad Protección ambiental y desarrollo conllevan un difícil equilibrio.
Extremadura está considerada como el último paraíso natural de Europa y es referente en lo concerniente a la protección del medio. Aún así tiene una variada problemática ambiental: vertederos, presas, el nenúfar, los incendios. forestales, el consumo y las fugas de agua, las minas, la caza en Monfragüe, el tramo de la autovía de Cáceres a Badajoz que atravesará la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de la Sierra de San Pedro, las talas de árboles urbanos, las podas abusivas, la delimitación de las zonas ZEPAs, las placas fotovoltaicas, los molinos de viento, Valdecañas y Almaraz. Pero para mí, el mayor problema ambiental de Extremadura es la seca. El 69% de la superficie es terreno forestal y el emblema de nuestra región y símbolo de ecosistema a nivel mundial es la dehesa; y nuestra dehesa está enferma. Miles y miles de encinas de forma silenciosa mueren cada año y la solución no se espera a corto o medio plazo.
Los primeros casos de la seca empezaron a principios del año 1980 en Extremadura, Andalucía y Portugal. En 1991 se marcaron unos 30 focos en Extremadura. Entre los años 1999 y 2001 la Junta Extremadura, desarrolló un proyecto Feder sobre el decaimiento de las quercíneas en colaboración de la finca La Orden. Pasados unos 10 años se detecta un incremento exponencial de la enfermedad con estimaciones en el entorno de 3.000 posibles focos. En la actualidad hay un 'Programa de mejora genética forestal de Extremadura' donde se intenta determinar la influencia del clima y el desarrollo de líneas de mejora genética forestal para intentar encontrar plantones resistentes a la enfermedad. En la seca es donde la administración y los grupos conservacionistas tienen que poner todas las miradas para avanzar en las investigaciones que puedan atajar este gravísimo problema.
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