Estado actual del patio interior del edifico de viviendas sociales de la Junta en la calle Germán Sellers de Paz de Aldea Moret. Jorge Rey
Opinión

El piso digno de María del Mar

Análisis ·

El TSJEx recuerda a las administraciones que, por muy precaria que sea la situación de una persona, tiene derecho a vivir en condiciones decentes

Claudio Mateos

Cáceres

Domingo, 21 de abril 2024, 07:53

El Ayuntamiento de Cáceres y la Junta de Extremadura habían expulsado a una mujer del sistema de viviendas públicas protegidas porque se negó a aceptar un piso inhabitable y ha tenido que llegar el Tribunal Superior de Justicia para recordarles que, por muy precaria ... que sea la situación de una persona, tiene derecho a vivir en condiciones decentes sin resignarse a ser abandonada en cualquier agujero.

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María del Mar, la mujer que ha ganado este juicio asistida por el abogado Alberto García Ramos, llegó a finales de 2019 al piso que le habían asignado en un bloque de viviendas sociales de la Junta en la calle Germán Sellers de Aldea Moret y se encontró con un edificio degradado hasta el extremo: basura por todas partes, ascensores reventados, pintadas en las paredes, vómitos en los pasillos, olores nauseabundos, ventanas tapiadas y, para colmo, sin luz ni agua. Cualquiera hubiera salido de allí corriendo sin mirar atrás, pero María del Mar, acuciada por la necesidad de un techo, intentó mediante un escrito a la Junta que al menos se arreglara el cuarto de contadores para que la compañía eléctrica pudiera darle suministro. No hubo manera. Al final renunció al piso porque allí no se podía vivir y pidió que le asignaran otro, pero la administración, que a veces es ciega y sorda, se acogió a la literalidad de la ley y se lo negó porque un requisito para recibir una vivienda social es no haber tenido otra adjudicada con anterioridad. Desde entonces, María del Mar sobrevive en un modesto piso de alquiler que apenas puede pagar con su trabajo esporádico de limpiadora por horas.

La importancia de la sentencia del TSJEx radica en que crea un precedente que servirá a partir de ahora a otras personas para defender su derecho a una vivienda digna. En Cáceres siguen existiendo grandes bloques de pisos sociales como este de Germán Sellers que –tampoco seamos hipócritas– algunos de sus propios vecinos han convertido en inhabitables a base de comportamientos para los que el adjetivo incívico se queda corto. Pero en esos inmuebles hay también muchas familias normales que viven allí porque no les queda más remedio, que son víctimas de la conducta antisocial de esa otra gente y necesitan que alguien les proteja de quienes convierten esos edificios en una pesadilla.

El caso de María del Mar tiene además otra vertiente, y es que ha caído en manos de un abogado del turno oficio que se ha preocupado de verdad por su situación y ha trabajado en firme para mostrar al tribunal que, en efecto, en eso piso no se podía vivir. Ha conseguido así una sentencia histórica que sirve para dignificar no solo el derecho a la vivienda, sino también un sistema de justicia gratuita que protege a las personas más vulnerables y que necesita ser reforzado.

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