Curvas para Volkswagen

El anuncio de que el grupo Volkswagen planea cerrar tres fábricas en Alemania, miles de despidos y recortes salariales después de que su beneficio se haya desplomado un 68% en el tercer trimestre ilustra sobre los problemas que arrastra el sector del automóvil en Europa. ... La multinacional se ha visto sacudida por la 'invasión' de los coches fabricados en China a costes sensiblemente inferiores, los aranceles de la UE a los procedentes de ese país –entre ellos, algunos modelos de su propia marca– y las bajas ventas de vehículos eléctricos, que están lejos de cumplir el exigente calendario de Bruselas para la transición energética. Todo ello, en una actividad que ha tenido que adaptar su estructura productiva a un nuevo escenario por ahora repleto de incertidumbres. No se trata de un problema específico de Volkswagen, aunque haya sido la primera compañía en preparar drásticos ajustes, sino extendido por toda la industria del motor, un pilar fundamental en la economía de la Unión. Sus serias dificultades para competir con China, seducir a los consumidores con sus modelos ecológicos y alcanzar los niveles de producción esperados reclaman una nueva estrategia más realista.