Ni acero, ni gastos en defensa, ni Groenlandia. La primera respuesta de peso de Europa a las amenazas de Donald Trump viene motivada por la inteligencia artificial, un reto en apariencia intangible pero de un alcance colosal viendo la extraordinaria importancia que le ha concedido ... la UE: la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, aprovechó ayer la cumbre sobre la IA en París para anunciar una inversión sin precedentes de 200.000 millones en esta carrera por la innovación y la competencia. El control económico y político que permite la nueva tecnología ha llevado a la Unión a reaccionar con medidas a la altura del desafío que plantean EE UU y China tras haberse puesto de perfil ante las ansias expansionistas y la ofensiva arancelaria del Gobierno de Trump. La IA ha entrado de lleno en las agendas de los países afectados por la batalla abierta por la Administración estadounidense, cuyo ariete tecnológico es Elon Musk para 'hacer América más grande otra vez'. Europa ha decidido aparcar la prudencia de la que le han llegado a acusar algunos socios para responder a EE UU en el mismo terreno de juego, en pleno choque por la regulación de la IA. Se avecina colisión, pero esta vez la UE sí parece habérselo tomado en serio.
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