La tiranía de la mayoría
FELIPE TRASEIRA
Jueves, 23 de noviembre 2023, 07:58
Secciones
Servicios
Destacamos
FELIPE TRASEIRA
Jueves, 23 de noviembre 2023, 07:58
Tendemos a creer que la democracia es algo acabado y no perfectible. Tanto es así, que puede llegar a degradarse. Es a lo que estamos asistiendo con el tirano Pedro Sánchez. Cuando la clase política adolece de virtud y, amparada en la mayoría, no respeta ... la ley, cuando reina la arbitrariedad por doquier, entramos en la tiranía. Quien mejor analizó este fenómeno fue el aristócrata francés Alexis de Tocqueville, político y pensador de altos vuelos.
Tocqueville fue comisionado por la Administración francesa para que fuera a Norteamérica a investigar su sistema penitenciario, con objeto de aplicarlo después en Francia. Durante nueve meses, Tocqueville realizó su trabajo satisfactoriamente, pero hizo algo más. Movido por su afán intelectual y su agudo espíritu analítico, se dedicó también a estudiar a fondo la reciente democracia americana. Es por este segundo aspecto de su viaje por el que Tocqueville ha pasado a la posteridad como un gran teórico político y su obra, 'La democracia en América', como una de las más importantes del pensamiento contemporáneo.
Lo primero que le llamó la atención de la democracia americana fue la 'igualdad de condiciones' en la sociedad americana. Por eso, afirma en su obra que «la democracia es una manera de ser de la sociedad». La deducción era obvia: el caldo de cultivo de la democracia norteamericana era la igualdad. Ahora bien, esta podía tener consecuencias negativas. Concretamente, cuando los más desplazan a los menos aun poseyendo estos la calidad o la razón. La superioridad numérica hace que quienes la logran se invistan de superioridad moral y también de omnipotencia. Estaríamos ante el poder sin límites, sin controles. El gobierno democrático deviene en gobierno despótico. Todo por obra y gracia de la muy nociva tiranía de la mayoría.
La padecemos en España en estos momentos. Desde la moción de censura de Sánchez contra Rajoy, el Partido Socialista ha logrado armar una mayoría parlamentaria que, aun perdiendo las elecciones, le permite gobernar. Hasta aquí todo dentro de las normas propias de una monarquía parlamentaria. Pero lo que ya empieza a tener visos de lo que Tocqueville llamó 'tiranía de la mayoría' es que la mayoría parlamentaria lograda por Sánchez pueda terminar con la Constitución y con la Monarquía y el estado de derecho en ella consagrados. Las políticas no se legitiman por una mayoría de votos, sino por su sujeción a la ley. En su atrevimiento Pedro Sánchez cree que puede hacer lo que quiera, desde legislar a toda prisa y sin solicitar el asesoramiento de los órganos consultivos del estado hasta levantar un muro para que la oposición no pueda gobernar, pasando por conculcar abiertamente la Constitución como pretende hacer con la ley de amnistía. Todos sabemos que esta ley –por más que nos quieran convencer de lo contrario– no obedece al bien general sino al interés personal de Pedro Sánchez. La mayoría parlamentaria que tiene no le da derecho a cometer este atropello contra la democracia que todos nos dimos en la Transición.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.