Las tardes de verano en Cáceres son muy agradables cuando el sol declina y se va ocultando en el horizonte, iluminando solamente las alturas de ... los edificios. Era el momento para salir a pasear por la parte baja del Paseo de Cánovas, antes dedicada a Calvo Sotelo y ahora a Gloria Fuertes. La casualidad hizo que en la esquina del Quiosco Colón me cruzara con Pepe Pastor, un amigo de infancia y juventud, entonces profesor y doctor en la Universidad de los Mayores, tras su paso por la UEx en la Facultad de Formación del Profesorado. Nuestra amistad sigue como en la canción de las Olimpiadas de Barcelona: 'Amigos para Siempre', aunque la frecuencia con que nos vemos es más bien escasa. Por eso, me propuso sentarnos en la terraza para 'ponernos al día' de nuestras principales ocupaciones y preocupaciones, sin pensar que en ese momento nacería un proyecto conjunto que tendría gran repercusión al decidir unir nuestras fuerzas en una asociación que sería importante (aunque parezca imposible, increíble o inaudito) para un Centro que es referencia mundial en Cirugía de Mínima Invasión y que tiene su sede en Cáceres (el CCMIJU es un ejemplo de excelencia en la calidad de sus servicios y en la exigencia personal y científica de quienes allí trabajan).

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La Asociación, ASCEMI, creció desde las 10 personas que nos juntamos en la mañana del 10/10/2008 para formar la Junta Directiva (que pilotara la navegación fijando un rumbo de generosidad y entrega en apoyo de esta magnífica institución), hasta superar el número de 1.000 socios; y sigue abierta a nuevas incorporaciones. Su labor ha sido reconocida con el premio 'Voluntariado Extremeño 2019', porque es un ejemplo para otras. La singladura de estos 13 años se recoge en la segunda edición de 'Hormiguitas de la Ciencia', que es nuestro cuaderno de bitácora, que acaba de publicarse (www.ascemi.org).

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