Al Assad era un dictador como lo fue Saddam Hussein, pero ni el islamismo político, ni sus aliados terroristas son mejores. Lo que suceda en Siria de ahora en adelante habrá que descubrirlo día a día y lo irán marcando los pasos del nuevo gobierno ... y del conjunto heterogéneo de fuerzas que lo apoyan. De momento, los mensajes son prudentes y parece que se mantiene un cierto orden. Siria debe abrir una fase de reconstrucción y en ese proceso deben tener un lugar todos los ciudadanos sirios, por derecho propio. También los cristianos, arraigados en el país desde tiempo inmemorial. Assad les ofreció en el pasado un mínimo de seguridad. A partir de ahora, como ha subrayado el párroco de Alepo, tienen derecho a participar como ciudadanos en igualdad de condiciones. El fin de la guerra es una buena noticia, pero todo, o casi todo, está por hacer, y conviene estar vigilantes.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.