
Cuaresma para la esperanza
José Moreno Losada
Sacerdote
Jueves, 6 de marzo 2025, 07:46
Secciones
Servicios
Destacamos
José Moreno Losada
Sacerdote
Jueves, 6 de marzo 2025, 07:46
En este vivir y caminar, donde escuchamos el grito de los desesperados, se nos hace evidente la vulnerabilidad y los límites, parece que se nos ... impone la tristeza y el pesimismo, por no poder ser lo que soñábamos olvidando nuestro ser criaturas, temporales y mortales. Pero sobre la limitación natural nos llega inexorable también el dolor del olvido del pecado que trae como consecuencia una moral de puro bienestar individual, con una cultura del placer que nos mimetiza en una indiferencia ante el dolor y la alteridad de lo humano.
En este panorama de humanidad triste, desencantada y con peligro de desesperanzas estamos llamados a adentrarnos en caminos de verdad y de luz, pero no desde el engaño de una fortaleza, un poder, una riqueza, de un éxito que no tiene fondo ni horizonte. Estamos llamados a la verdad de un sentido que pasa por lo más profundo de la realidad en su ser criatura, pero en un proyecto de amor y de cuidados que justifican la historia y la dotan de sentido y esperanza. Nos toca entrar en la aceptación de la vulnerabilidad y transitar por el camino amoroso de los cuidados. Estas son las llamadas de una verdadera conversión en el contexto de nuestra sociedad y nuestra cultura.
Al inaugurar la cuaresma, es momento de volvernos a nosotros mismos con verdad, de abrirnos a los demás y entrar en comunión con todas las criaturas amables y amadas de Dios, que nos acompaña y nos introduce en su historia de salvación en el horizonte de la vida eterna. Caminemos en la muerte que lleva a la resurrección, hay un modo de morir-convertirse que nos hace profetas de la vida y del amor en el ejercicio del cuidado en el abrazo de lo vulnerable.
Píldora cuaresmal para el miércoles de ceniza: entregar el ego para ser auténtico.
El psiquiatra Castilla del Pino decía que el hombre actual debía adelgazar su yo, ese sentido de la originalidad y singularidad de lo humano, para sentirse así más cosa del mundo. Al comenzar la cuaresma cristiana y su sentido de la vida, al meditar sobre ella el evangelio nos propone, frente al psiquiatra, adelgazar el ego para fortalecer el yo. Es el ego el que se derrumba con la realidad de su contingencia. No somos lo que sabemos, lo que podemos, ni siquiera lo que gozamos, somos los que amamos y queremos, complementados con lo amados y queridos que somos por los otros. El Evangelio nos invita a fortalecer el verdadero yo sin disfrazarlo de ego, ahí está el reto entregar el ego para que el yo sea original y auténtico en el amor. Se trata del yo que nos adentra en un nosotros de comunidad y de amor, de encuentro y seguridad fraterna. Todo lo demás polvo es y en polvo se convertirá. Nuestras armas para este combate son muy sencillas la oración sincera, el ayuno de la libertad y la limosna del amor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.