Sucedió unos años antes de la guerra civil del 36. Aquella mañana el pastor que estaba con el rebaño entre las encinas observó el paso ... del mismo coche varias veces en viajes de ida y vuelta por la carretera que une Ahillones con Llerena. Le llamó la atención porque reconocía a los pocos que transitaban por ella a diario y porque aquel pertenecía a la familia con la que trabajaba. Era de aquellos modelos que se arrancaban haciendo girar una manivela.
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Al día siguiente se enteró del motivo de tanto trasiego. Habían fallecido dos acaudalados terratenientes ese mismo día, con la particularidad de que eran parientes y tenían hecho testamento uno a favor del otro, pues no tenían hijos ninguno de los dos. Así que era fundamental determinar la premoriencia para saber qué rama familiar heredaría tan cuantiosa fortuna. En esos trámites andarían sus deudos.
La mayoría de los desplazamientos se realizaban entonces por caminos de herradura con carros y caballerías que ofrecían un tránsito más discreto y tranquilo para ciertos menesteres, como eran las ferias y mercados.
El tramo de carretera que une los dos pueblos citados es parte de la denominada N-432, que pasa por las provincias de Badajoz, Córdoba, Jaén y Granada. Nos comunica con Andalucía y con nuestra capital de provincia.
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A finales de los años 50 se asentó el firme y se alquitranó. Desde el ejido de mi pueblo se escuchaban los barrenos y se veían saltar por los aires los trozos de roca que servían para obtener la almendrilla. Como vestigio de aquellas extracciones queda la cantera que se originó, convertida actualmente en una pequeña presa.
El tráfico ha aumentado considerablemente y también el tributo de vidas por los numerosos accidentes que se producen en ella. En el último, el pasado 22 de febrero, fallecieron dos jóvenes cacereños.
Se eliminó en nuestra provincia un punto negro que se llevó muchas vidas: el cruce con la carretera de Sevilla, conocido como el de la muerte, cerca de Zafra. En la actualidad están construyendo la variante para evitar el paso por dicha localidad, que soporta una circulación de más de 13.000 vehículos diarios. Pero la aspiración y la necesidad es convertirla en autovía. Ya está bautizada, la A81, pero le falta la confirmación. La anuncian, la aplazan y la trocean, dilatando plazos.
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El norte y el sur tenían por aquí un medio de comunicación por ferrocarril, el suprimido Vía de la Plata, y mantiene la aspiración de la autovía. Las rivalidades entre los dos partidos mayoritarios, que en temas fundamentales deberían ir en la misma dirección, es un lastre. Para colmo, Europa la ha dejado fuera de la Red Transeuropea de Transportes, al menos hasta 2050. Ya está bien. Los pueblos por los que transcurre pertenecen a la España que se está despoblando año tras año. Necesitan incentivos e infraestructuras para no vaciarse definitivamente.
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