Opinión

Marear la perdiz

Ojos del Guadiana ·

María Guardiola, comenzó a «marear la perdiz» la misma noche electoral del 28 de mayo de 2023

Julián Carretero

Miércoles, 23 de octubre 2024, 07:48

Esta expresión, tan castiza y referenciada en múltiples ocasiones de la vida cotidiana, tiene su origen en la caza de la perdiz roja, en su modalidad «al salto» o «en mano», en la que un grupo de cazadores, en solitario o con perros, avanzaban hacia ... el bando de «patirrojas» formando una semielipse, forzándolas a vuelos sucesivos hasta cansarlas y así, medio atolondradas, fueran presas más fáciles para aquellas antiguas espingardas poco precisas. En política es ampliamente utilizada cuando se percibe engaño, no se asumen responsabilidades, alguien se escaquea utilizando subterfugios para hacer recaer la culpa en otros, no toma decisiones, dejando el tiempo correr para no arriesgar, etc.

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La actual presidenta extremeña, María Guardiola, comenzó a «marear la perdiz» la misma noche electoral del 28-05-2023, cuando se autoproclamó ganadora de las elecciones a sabiendas que no lo era. Siguió mareándola, cuando aquello de «no me caso, me caso» con Vox; hasta que, por decisión tutorial, entregando la dote completa, configuró con los ultraderechistas el primer gobierno de coalición de la historia extremeña. Al año, el matrimonio fracasó y Guardiola, solitaria y en minoría, sigue con las perdices vuelo tras vuelo.

Quizás, su falta de valentía política y convicción democrática le impidieron entonces someterse a la confianza del Parlamento y ahora intenta forzar la maquinaria parlamentaria, incluso la ley, no presentando en tiempo el proyecto de Presupuestos para 2025 (PGEx-25). De nuevo, vuelo de perdices para pretender responsabilizar de ello a toda la oposición, incluido Vox, cuyos votos serán imprescindibles de nuevo, si desea que haya PGEx-25. O igual, no desea que los haya. Pues no hay que olvidar que en los 15 meses que lleva gobernando solo ha presentado una iniciativa legislativa, los PGEx-24. Algo poco entendible si, como se ha pretendido hacer creer a bombo y platillo, la herencia recibida era fatal.

¿Qué pasa entonces? ¿No está preparada para gobernar? ¿No sabe y no quiere aprender? ¿O prefiere volar perdices hasta que caigan exhaustas, evitando así el desgaste lógico que la acción de gobierno conlleva, más, estando en minoría? ¿Se puede aguantar toda la legislatura sólo con grandilocuencia excesiva y palabrería hueca, aunque con sonrisa permanente? O por el contrario, ¿estamos ante una estrategia calculada de adelanto electoral prematuro y sin causa alguna, sólo para mantener el poder por el poder? En Extremadura, con anterioridad a la actual legislatura, hubo otros tres gobiernos minoritarios. Ibarra (1995-1999) y Vara (2015-2019) los salvaron con éxito, mirando y pactando a todos los lados del espectro parlamentario y ambos ganaron con mayorías absolutas sus siguientes elecciones. A Monago (2011-2015), su pacto contranatural con IU, sus veleidades y soberbia, las sobreactuaciones exageradas y algún que otro vuelo de perdiz, le llevaron perder sus siguientes elecciones.

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En fin, como parece, «marear la perdiz» puede obedecer a un intento de ocultar las incapacidades propias o también a una calculada estrategia política. Eso sí, las perdices siempre somos los mismos, el pueblo llano.

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