Tamariz de calle Amparo

Así es la magia de la estadística. Un pestañeo y todos los delitos de narcotráfico que se producen cada hora de cada día desaparecen tras una explosión de humo. Al fin y al cabo, la droga esclaviza y mata lentamente; no como un tiroteo a plena luz del día en cualquier tasca o carretera, que eso sí que debe ser delito porque no hay manera de esconderlo bajo la manga.

De igual manera, con magia, quitar una comisaría es sumar a la seguridad. Con la magia, el único agente que guarda la armería se convierte en una división de patrulleros azules que darán la batalla contra el crimen. Con magia, una comisaría se quedará pequeña después de treinta años de servicio activo. Con esta magia, apoyar sin fisuras al Consorcio del Casco Antiguo de Badajoz consistirá en eliminar equipamientos del barrio. Con su magia, el nuevo fumadero bajo dominio de un conocido y peligroso clan del crimen organizado se habrá esfumado. Con magia también, los recortes obligados por la UE para comprar armas por si vienen los rusos se convierten en una decisión técnica para mejorar la eficiencia de nuestra policía. Que 'menos' sea 'más' es pura magia.

El Casco Antiguo es seguro, dice el Tamariz antes las cámaras sin inmutarse. Pues yo reto a esta burda compañía de ilusionistas a que se den un garbeo por la calle Amparo, de noche, sin escolta, para que todos disfrutemos de su actuación. Pero me da en la nariz que ni pueden ni el miedo les deja.