Se abre el telón. Comienza el espectáculo, empieza el año en miércoles para hacer más llevadera la semana, total mañana ya es viernes y a ... descansar.
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Después de las uvas y algún que otro exceso, todas nuestras esperanzas y deseos están puestos en este año cuya rima no me hace presagiar nada bueno, pero como a todo quisque, le daré los 100 primeros días de gracia, esto es, hasta el 10 de abril que, como es jueves, volveré a escribiros cuando hayamos alcanzado casi un 28% del show, perdón del año. Estoy seguro de que, para entonces, habrán sucedido más cosas y podremos cotillear sobre ellas.
Hablando de cotilleo, yo nunca he sido muy de redes sociales, ni siquiera tengo Facebook, aunque sí Instagram, que uso en plan voyeur, LinkedIn para cosas de trabajo y ahora Bluesky, que se ha convertido en una especie de refugio de los que hemos huido de Twitter, ahora X. Y es que esta red, propiedad de Elon Musk, se ha convertido en un hervidero de odio de tales dimensiones que entrar en ella, si no eres de esa cuerda, es pasar un rato realmente malo. Os recuerdo que Musk apoya incondicionalmente al partido ultraderechista alemán AfD, con el único fin que busca la ultraderecha: desestabilizar. Yo, por salud mental, he salido de ahí.
En fin, que con su pan se lo coma, el caso es que esa frase lapidaria entre progresistas de pro, «yo he corrido delante de los grises» ahora bien podría ser «yo me he borrado de X y en Bluesky soy feliz». La red de la mariposa blanca en fondo azul ya tiene más de 24 millones de usuarios y un tráfico muy curioso, lo cual la convierte en un sitio interesante de momento, hasta que se vuelva a malear y los trolls de siempre se instalen y vuelvan a las andadas, o sea sembrar odio y violencia.
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Pero vamos al grano. ¿Cómo han sido las comidas estas navidades? ¿se han portado bien los cuñados? Espero que sí, aunque a mi aún me quedan dos comidas, el 4 con un grupo de amigos que no hemos encontrado hueco durante las navidades y el 6 (día de reyes) fecha en que tradicionalmente me toca organizar otra comida más en casa. Al día siguiente, el día 7, no olvidéis que hay que atrasar la báscula cinco kilos.
Sea como fuere, hoy abrimos el melón, con la precaución y el miedo del que manipula un artefacto explosivo, lleno de misterios y trampas que conviven con ilusiones, proyectos y bellos propósitos. Gráficamente sería como abrir un picaporte con un palo, desde lejos y parapetado en la rutina, esa que hay que vencer si buscas vivir la vida que no es más que aquello que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes, consciente de que tu fuerza siempre será mayor que esas dudas y esos miedos, aceptando lo que llega, que no es otra cosa que la madurez, y colocando la mente al servicio de nuestro corazón.
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