Las dependencias que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en la plaza Alta de Badajoz datan de finales del pasado siglo XX. El Ayuntamiento, en ... sesión de uno de marzo de 1995, adoptó el acuerdo de «cesión de uso» de la planta baja del inmueble, de propiedad municipal, a favor de la Dirección General de la Policía, para la instalación de una Oficina de Denuncias.
Fue el 9 de marzo del propio año 1995 cuando quedó inaugurada la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en la plaza Alta, comenzando a prestar allí sus servicios veinticuatro policías.
Las instalaciones constaban de una planta baja, que incluía las dependencias para los funcionarios y una zona de calabozos; en las plantas superiores estaban proyectadas unas dependencias para la Policía Local, pero estas nunca llegarían a ser utilizadas.
La zona de influencia de la nueva Comisaría comprendía el espacio situado entre la plaza de los Reyes Católicos y las calles Melchor de Évora, Duque de San Germán, Virgen de la Soledad, López Prudencio, plaza de Cervantes, Santísima Trinidad, Puerta Trinidad y carretera de Circunvalación. En este espacio prestaría servicio permanente una patrulla de la Policía Nacional, que podría ser ampliada hasta cinco en casos concretos y especiales. La nueva Comisaría contaba con servicio de Oficina de Denuncias durante las horas del día; a partir de las diez de la noche, las incidencias seguirían tramitándose en las instalaciones de la Comisaría provincial.
Durante los primeros años, las dependencias policiales permanecieron abiertas y operativas. Sin embargo, los numerosos desplazamientos que por aquellas fechas debían efectuar los funcionarios de la plantilla de Badajoz a otras ciudades de España, hicieron que los efectivos se fueran retirando poco a poco hasta llegar a contar con dos solamente, y, en ocasiones, con uno solo.
En 1997 eran solo cuatro los que se encontraban adscritos a la misma y, además, efectuando solo servicios estáticos de 24 horas, para protección del edificio y del material allí existente. De pena.
En octubre de 1997, al crearse la Jefatura Superior, se dispuso el traslado allí de la Unidad de Seguridad Privada. Esta decisión estaba motivada por dos ideas principales: de un lado, conseguir más presencia policial; de otro, la propia actividad del Grupo haría que la plaza Alta tuviera una constante afluencia de público. Hay que tener en cuenta que a dicha unidad acuden diariamente muchas personas: se trataba de dar «vida» y seguridad a la zona. Pero enseguida comenzaron las quejas de las personas que habrían de desplazarse hasta la plaza Alta para gestionar allí sus asuntos y, finalmente, la unidad volvió a ocupar sus dependencias en la Jefatura Superior.
Con la entrada en el nuevo siglo, llegó el Programa 'Policía 2000'. La Jefatura Superior estimó conveniente que uno de los «Módulos integrales de Proximidad», de los tres que se desplegaron en Badajoz, tuviera su centro de operaciones en las dependencias de la plaza Alta. Se desarrolló entonces una verdadera función preventiva a través de sus miembros uniformados, quienes con sus motos o vehículos 'Z' patrullaban permanentemente el sector, relacionándose con sus habitantes y prestando especial vigilancia al comercio existente en la zona.
Los funcionarios del Módulo realizaban tareas de prevención y de investigación, comenzaron a tramitar las diligencias policiales sobre las infracciones penales que se realizaban en su distrito, investigando y esclareciendo los diferentes delitos.
Policialmente hablando, fueron sin duda aquellos los mejores años que vivió nuestra querida y emblemática plaza Alta. Desgraciadamente, sin embargo, el proyecto de 'Policía 2000' no llegó a lograr los resultados que de él se esperaban y comenzó a evaporarse. Llegadas las elecciones, con el cambio de rumbo político terminó, finalmente, por desaparecer.
Las instalaciones policiales de la plaza Alta volvieron a caer en desgracia. Hubieron de transcurrir varios años, concretamente hasta julio de 2006, en que la Delegación del Gobierno en Badajoz decidió reactivarlas: se acordó que comenzara a prestar allí sus servicios el Grupo Operativo de Respuesta (GOR).
A día de hoy ocupa sus dependencias (o tal vez podíamos decir, «ocupaba») la Unidad de Prevención y Reacción (UPR).
Muchas fueron las fechas en las que se especuló con su cierre. Cada cambio de las unidades allí instaladas, iba precedido de un conato de desmantelamiento; intentos que no fructificaron al verse frustrados, la mayoría de las veces por cuestiones políticas y no meramente policiales. Una de ellas fue a mediados de 2009. La rápida intervención de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, de Amigos de Badajoz, e incluso de los propios vecinos, hicieron llegar su malestar a la delegada del Gobierno, quien paralizó la drástica decisión.
Si los Ángeles Custodios no lo remedian, la UPR será pues la que arríe por última vez la bandera de la Comisaría, poniendo punto final a treinta años de presencia policial en un sitio tan emblemático y, en ocasiones, problemático para Badajoz como lo es su plaza Alta; precioso lugar al que el autor de estas líneas quiere como propio. Como no puede ser de otra forma, me siento orgulloso de que «mi barrio» cuente con una Comisaría: a la Policía dediqué 45 años de mi vida y, además, llevo con igual orgullo haber nacido y haberme criado en la mismísima Esquina del Rastro…
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