
El fin del ascensor social
Las nuevas formas de desigualdad vendrán dadas por el acceso a la tecnología y a la red, no importa donde estés, si tienes acceso a la red, estarás en el mundo
Marcelo Sánchez-Oro Sánchez
Sábado, 12 de abril 2025, 23:17
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Marcelo Sánchez-Oro Sánchez
Sábado, 12 de abril 2025, 23:17
Hace un par de años, la Asociación de Sociología de Extremadura (Acise) publicó el libro 'La sociedad de Extremadura desde la sociología. Claves para entender ... una realidad social en transformación'. Superando el rubor que me produce comentar un trabajo en el que he colaborado como editor, junto con los profesores José Antonio Pérez Rubio y José Ignacio Urquijo Valdivielso, creo oportuno recuperar algunas cosas de las que contine. El prólogo lo realizó el entonces presidente Guillermo Fernandez Vara. Todo un lujo para nuestro colectivo. Su presidencia y su persona adquieren cada día mayor relevancia y consideración por parte de todos. El presidente Vara decía: «Hay otras ciencias sociales, entre las que destaca la sociología, cuyo análisis y punto de vista es necesario para poder entender la realidad que nos rodea y, sobre todo, para ser capaces de comprender el porqué del surgimiento de movimientos sociales que, incomprensible para otros ojos, parecen brotar de la nada, pero que son consecuencia directa de elementos o realidades que no hemos sabido decodificar».
Vinculado a estas palabras del presidente, quiero destacar el capítulo titulado 'La movilidad social en Extremadura. Una aproximación a su estudio' del doctor en Sociología Francisco Javier Monago Lozano. La movilidad social (periodísticamente denominada «ascensor social») en Extremadura está determinada por la educación y la ocupación laboral. A falta de un tejido productivo fuerte, la administración pública ha posibilitado a un gran número de extremeños acrecentar las posibilidades mejorar el estatus ocupacional y social respecto de sus padres. Este tipo de movilidad en Extremadura se debe al acceso a la educación media y superior. Y es la génesis de una estructura de clases que nos equipara a otras regiones. En Extremadura observamos una clara interdependencia entre el logro ocupacional, el mayor nivel académico y la movilidad social ascendente. Hasta ahora.
Monago Lozano advierte que lo conseguido no es algo que se vaya a mantener necesariamente. En la actualidad existen factores que ralentizan el desplazamiento hacia posiciones sociales superiores con respecto a generaciones precedentes. La paradoja consiste en que, cuanto más amplia es la clase media (en Extremadura es el 65% de la estructura social), más difícil es mejorar la posición social. De hecho, es perfectamente posible que haya procesos de movilidad social descendente. Cuando los padres de los universitarios extremeños ya poseen estudios superiores en el 67,6% de los casos; la educación superior no es determinante en el ascenso social; aunque sea importante para mantenerse en el estrato de pertenencia.
Sabemos que la educación superior determina el éxito en el mercado laboral. La mayoría de los padres consideran la formación de sus hijos una inversión a futuro; pero todo está cambiando. La clasificación ocupacional de la 'British Sociological Association' considera nuevos estratos vinculados a las TIC, que tienen reflejo en la estructura de clases sociales. Esta clasificación establece siete categorías, que van desde las élites, que poseen gran parte de la riqueza económica, social y cultural, hasta el «precariado», que realiza trabajos mal pagados, con escasa redes de contactos y culturalmente nulos. En el centro, las clases medias tradicionales y las clases técnicas-tecnológicas, surgidas de los nuevos modelos de negocio. Y, más abajo, la clase trabajadora tradicional, junto a una nueva clase trabajadora, la que lleva a cabo una eficaz mercantilización de las TIC y dispone de riqueza considerable; además de la una novísima clase trabajadora de servicios (taylorismo digital), compuesta por jóvenes con bajos recursos económicos, pero muy activa social y culturalmente.
El futuro no se presenta tan prometedor como lo fue para regiones como la extremeña. Las sociedades han de adaptarse a los nuevos paradigmas; pero, a juicio de Monago Lozano, en Extremadura seguimos mostrando a nuestros jóvenes un modelo caduco, en lo laboral y en lo formativo. El medio ecológico de los 'millennials' y de la generación Z es internet. Muchos producen contenidos digitales que suben a la red, se promocionan en ellas, provocan sinergias colaborativas y económicas. Lo que se valora es el talento, la creatividad y la innovación. El factor tecnológico ofrece posibilidades desconocidas, no solo en el ámbito del entretenimiento, sino también en la formación, en el trabajo, en las comunicaciones, en las interrelaciones personales. Estas transformaciones vienen de la mano de la inteligencia artificial y la robótica. La generación C desarrollará su actividad laboral conectada, «en línea». Esto afectará al modelo de empresa, donde cualquier pequeño negocio tendrá acceso al mercado global a través de una plataforma digital.
Nuestras instituciones educativas y nuestros modos de socialización deben estar dispuestos a una transición rápida hacia un nuevo modelo. Asistimos a una nueva estructuración de las sociedades determinadas por el factor tecnológico. Las nuevas formas de desigualdad vendrán dadas por el acceso a la tecnología y a la red, no importa donde estés, si tienes acceso a la red, estarás en el mundo.
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