Julián Cruz habló por los vendedores en el pleno del jueves. Armando Méndez

El mercadillo errante

Los sucesivos gobiernos municipales de Cáceres siguen poniendo parches e improvisando traslados sin dar una solución definitiva

Claudio Mateos

Cáceres

Domingo, 22 de septiembre 2024, 07:55

A la gente le gusta que haya mercadillo, pero nadie lo quiere al lado de su casa. Esa es básicamente la disyuntiva que tiene el Ayuntamiento de Cáceres y ha sido incapaz de resolver en las últimas décadas. Se han ido poniendo parches e improvisando traslados sin alcanzar jamás una solución que ataje de una vez un problema que vienen arrastrando todos los gobiernos municipales y que cada pocos años se convierte en un quebradero de cabeza.

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Ahora estamos en uno de esos momentos. Toca mover de nuevo el mercado franco porque los propietarios de los terrenos de Vegas del Mocho han anunciado que van a iniciar la construcción de varias promociones de viviendas y no pueden hacerlo mientras los puestos ambulantes se sigan instalando allí todos los miércoles. Tanto la administración actual de Rafael Mateos como la anterior de Luis Sayala han tratado de negociar con los vendedores una nueva ubicación, sin resultado. Ellos llevan mucho tiempo pidiendo al Ayuntamiento que habilite alguna parcela pública lo suficientemente amplia y la dote de los servicios necesarios, pero como eso ni siquiera se ha empezado a tramitar, no queda más remedio, ante la presión de los promotores de Vegas del Mocho, que decidir ya un nuevo emplazamiento, que tampoco esta vez será definitivo.

Es el mercadillo errante. «Somos como Moisés en el desierto en busca de la Tierra Prometida», suele decir el presidente de la Asociación del Comercio Ambulante de Extremadura (Acaex), Julián Cruz, quien el jueves intervino en el pleno municipal para actuar como portavoz de las quejas del colectivo que representa y no dejó títere con cabeza. Atizó sin compasión tanto al gobierno anterior como al actual. A todos les acusó de mentir, buscar subterfugios y maltratar a los vendedores ambulantes haciéndoles pagar más que en ninguna otra ciudad de Extremadura, ante el estupor de unos concejales que están acostumbrados a pelearse entre ellos, pero no a que venga alguien de fuera a cantarles las cuarenta de esa manera en medio del salón de plenos.

El alcalde había dado días antes el asunto por zanjado al anunciar que la decisión estaba tomada y que el mercadillo de los miércoles se iría antes de final de año al parque empresarial de la Mejostilla. Sin embargo, parece que no contaba con una reacción tan virulenta de los vendedores, un colectivo poco conformista que se niega en redondo a instalarse allí, y encima otra vez de manera temporal. Así que en ese mismo pleno del jueves Mateos avanzó que sus técnicos han estado trabajando en un emplazamiento alternativo que consideran factible y que él cree que puede ser del agrado de gremio de ambulantes. No desveló cuál porque se lo quiere presentar a ellos en una reunión. La próxima semana lo sabremos.

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