Es hora de que hablemos de Cuidados Paliativos. Un servicio esencial pero aún poco conocido en el que queda mucho camino por recorrer. Un servicio que llega en un momento muy complicado para los pacientes y en el que sigue habiendo grandes desigualdades en el ... acceso, que depende de factores geográficos, socioeconómicos y de formación de los profesionales sanitarios.
Extremadura no es ajena a estas desigualdades a pesar de contar con magníficos profesionales en este ámbito, profesionales que son una referencia en España por el desarrollo de proyectos como los 'Death café'.
Así que hablemos de Cuidados Paliativos. Y es que la pasada semana presentamos un documento de consenso elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer, la Sociedad Española de Oncología Médica y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, centrado en encontrar herramientas para mejorar la calidad y los procesos de cuidados paliativos.
Los paliativos suponen el derecho a recibir cuidados que tiene las personas con enfermedades complejas o en fase avanzada de la misma. Suponen una atención integral, multidisciplinar e individualizada y continuada tanto al paciente como a su familia. Tal y como recoge la OMS, los cuidados paliativos mejoran la calidad de vida de pacientes y familias con enfermedades potencialmente mortales, aliviando el sufrimiento físico, emocional, psicosocial y espiritual. Por eso, son esenciales en el tratamiento del cáncer, mejorando la calidad de vida desde el diagnóstico, no solo al final de la vida. Y queremos defender su integración temprana porque permite una mejor gestión de los síntomas y puede mejorar la efectividad de los tratamientos oncológicos.
Hay un dato terrible que nos debería llevar a una reflexión profunda como sociedad: se estima que cada año 80.000 de los casi 130.000 pacientes con necesidades paliativas complejas en nuestro país fallecen sin recibir los cuidados paliativos necesarios. Estos datos dejan claro que hay mucho margen de mejora asistencial. Necesitamos llegar a más pacientes, llegar antes y llegar de mejor manera.
Los profesionales sanitarios tienen dificultades para identificar a los pacientes que necesitan cuidados paliativos, y eso provoca retrasos en la derivación. Y es evidente que siguen existiendo carencias en la comunicación entre profesionales de la oncología y de los cuidados paliativos.
A esto sumamos que no hay suficientes recursos de cuidados paliativos para atender a la población que los necesita, y que tenemos carencia de personal sanitario formado en cuidados paliativos, tanto a nivel médico como enfermero.
Por eso, desde los grupos de trabajo de las tres entidades hemos identificado áreas de mejora y propuestas concretas como la promoción de voluntades anticipadas; el aumento de recursos; la creación de grupos de trabajo multidisciplinares con oncólogos, profesionales de cuidados paliativos, atención primaria y otros especialistas; formación continuada y sesiones clínicas comunes.
También hemos incidido en el gran desconocimiento que hay en la sociedad sobre los cuidados paliativos y ese estigma que sigue habiendo para hablar del final de vida y la muerte. Porque esto retrasa la solicitud de atención y cuidados paliativos por miedo, desconocimiento o negación.
Pero la realidad es que el final de la vida es algo inexorable, una parte de nuestra existencia de la que debemos y podemos hablar.
Cuando hablamos de cuidados paliativos hablamos de humanizar la asistencia. Hablamos de dignidad. Hablamos de atención integral. Hablamos de calidad de vida. Hablamos de acompañamiento.
Así que venzamos al miedo y demos el paso. Y hablemos.
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