El recibimiento por el presidente de la Generalitat catalana, el socialista Salvador Illa, al Rey en el acto inaugural del Mobile puso fin anoche a ... ocho años de boicot de los sucesivos mandatarios independentistas a la presencia del jefe del Estado en el evento tecnológico global que se celebra anualmente en Barcelona. La mera constatación del tiempo en que el secesionismo al frente del Gobierno de Cataluña mantuvo bajo veto a Felipe VI evidencia la huella de intransigencia impresa por el 'procés'. Los independentistas siempre reclamaron la legitimidad del apoyo popular, en la época más intensa de su intentona separatista, para intentar hacer realidad su proyecto político no solo orillando la ley, sino obviando que la mitad de sus conciudadanos se oponía y que muchos de ellos sintonizaba con los valores de convivencia constitucional que encarna la Corona en España. La cortesía y el respeto que ha impuesto Illa en las relaciones de la comunidad que gobierna con la Casa Real están contribuyendo a reconducir Cataluña hacia la necesaria normalidad institucional. Un apaciguamiento que, no obstante, seguirá a prueba en tanto el secesionismo siga condicionando el programa del president por la vía de las concesiones que les otorga Pedro Sánchez para retener La Moncloa.
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