Guardiola gana a Gallardo

La extrapolación de resultados es inevitable. El partido perdedor, en este caso el PSOE, se resistirá a ello, sobre todo después de que los socialistas hayan salido en general bien parados de este 9-J en el que finalmente la candidatura de Teresa Ribera ha salvado los muebles ante la marea de la extrema derecha en el conjunto europeo. Feijóo sigue sin ser capaz de noquear al correoso Sánchez, no hasta el punto de forzarle a un adelanto electoral por ejemplo. El liderazgo del gallego no sale reforzado.

Pero en Extremadura, el PSOE había resultado vencedor en once de las 12 últimas convocatorias electorales entre europeas, autonómicas, municipales y generales (el PP solo venció en la repetición de 2016); desde 2015, los socialistas se habían impuesto por norma a los populares en las urnas extremeñas, hasta ayer.

Ahora se abre un periodo libre de citas electorales, lo que resultará un alivio para los socialistas extremeños a los que el 9-J les han cogido en plena proceso de reseteo. Así que el tiempo dirá si, como parece, el resultado de ayer supone un punto de inflexión, si vaticina un cambio de ciclo político en Extremadura, o es consecuencia de un proceso electoral puntual que apenas ha movilizado a la mitad de los votantes. En cualquier caso, Guardiola ya está en condiciones, como presidenta del PP extremeño, de exhibir su primera victoria electoral, mientras que Miguel Angel Gallardo se estrena como secretario general con el peor de los escenarios posibles para el PSOE, con las fuerzas de derecha en auge y sin que su llegada haya dado señales todavía de revitalización del partido en la comunidad.