Cuando San Sebastián fue elegida Capital Cultural Europea en 2016, algunos cinéfilos pensamos entonces que alguna influencia debió de tener en dicha decisión que la ... capital de Gipuzkoa llevara organizando el Festival de Cine más importante de nuestro país desde 1953. Es posible que ello no sea más que una muestra de que los apasionados al séptimo arte nos venimos un poco arriba al pensar que los festivales de cine son un gran regalo para las ciudades, pueblos o pedanías donde se organizan, y que la promoción del cine contribuye a la fortaleza cultural de la sociedad.
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Creemos que la Junta de Extremadura también debe pensar como nosotros, ya que este año va a aportar una suma de 150.000 euros entre todos los estupendos y necesarios festivales de Extremadura. Sin embargo, no puedo dejar de decir que a algunos cinéfilos nos parece una cantidad insuficiente y que, al menos, invita a la reflexión, sobre todo después de conocer que la Consejería de Cultura destinará íntegramente 650.000 euros al Premio Bienal de Novela Vargas Llosa, acuñado ya como «Vaya Losa». Igualmente invita a la reflexión ver que el gobierno regional reducirá un 43% la ayuda al Festival de Cine Español de Cáceres en su 32 edición, festival que es el más longevo de España dedicado exclusivamente a premiar y difundir el cine español. La reflexión se hace más ardua por la ausencia de explicaciones y de argumentos ofrecidos para justificar tan importante reducción, transmitiéndose, solo al principio y a través de los medios de comunicación, que se debía al objetivo de que los proyectos consolidados dejaran paso a nuevos talentos. Tal argumento ni se entiende ni es creíble: ¿se castiga con menos financiación a un festival que celebra su 32 edición porque es longevo cuando, a pesar de ello, continuamente supera las expectativas?, ¿se aplica solo ese argumento para reducir la aportación a un festival consolidado pero se obvia para otros igualmente afianzados?, ¿no sería ni siquiera imaginable que los gobiernos regionales de Andalucía o de Castilla y León decidieran lo mismo con festivales como los de Sevilla, Huelva o Valladolid?...
La conclusión no puede ser más lógica ni más evidente, y no es otra más que se trata de una decisión arbitraria e injustificada; arbitraria porque, entre los festivales consolidados, el Festival de Cine Español de Cáceres es el único evento cinematográfico de la comunidad que ha sufrido este agravio; e injustificada porque se produce cuando recientemente el Ayuntamiento de Cáceres ha decidido, con el apoyo de todas las instituciones regionales, inscribir a la ciudad como candidata a la Capital Cultural Europea en 2031. Curiosamente, el Festival de Cine Español de Cáceres será el único proyecto cultural de la ciudad que sufrirá una reducción de la ayuda del gobierno autonómico, institución que, si realmente apuesta por la cultura y por la candidatura de Cáceres, debería mirar de reojo a las otras ciudades que también serán candidatas e informarse qué festivales de cine albergan cada una de ellas y el apoyo que sus respetivos gobiernos les brindan, sabedores de la importancia y repercusión que tienen para dichas candidaturas. Los cinéfilos siempre imaginando ficciones.
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