Este mes de enero, pese al galanteo inicial, camina muy arriscao, enguapado, con su porte gallardo, soñando con las candelas y el carnaval.
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La luz ... de enero baila con la plaza de Santa Marta, y la desnuda de sus sueños, ya saben los vecinos que ese quiosco que esperaban no acaba de hacerse realidad, no tiene perro que le ladre, ni empresa que lo construya. Ya veremos si a esta plaza la visten finalmente de dignidad y de inocencia.
La barriada de Santa Marina se prepara ya para las candelas, pórtico del Carnaval. Trabajan en ello con infinita paciencia y mucha misericordia, y rezando para que esta sexta ola lo permita.
Ya está nombrado el candelero y el pregonero, Juan Antonio Rodríguez Peña, secretario de la Falcap; y Ángel González Benítez, fundador de la murga Agüitas. Para que luego digan.
Menos papeles que una liebre, dicho que solemos decir a menudo, sobre todo por el concejal de Tráfico o de Policía de Cáceres, que lo cogieron y no tenía ni seguro ni ITV, buen ejemplo, al final no dimitió de todos sus cargos.
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Lo decía mucho con su risa jaranera mi paisano Antonio el Rabón, que nos dejó hace unos meses, maldito covid. Lo recordaba el 12 de octubre, al poco, José Antonio Labrador 'Perragorda', en unos audios que te ponían los pelos de punta, con la voz entrecortada: «...murió Antonio, aunque ahora yace en una tumba, sigue entre nosotros, jugando en la plaza, como cuando éramos niños.». Y se nos fue también él, sin esperar la Navidad, maldito covid.
Cierra la puerta que se nos escapa el arte. Y es que en Badajoz los artistas salen por las esquinas, a pesar del covid. Cada día hay actividades, a veces coinciden y es imposible estar en tres a la vez.
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La Sala Ámbito de El Corte Inglés inauguró el lunes 10 su L de lirica (así se llama ahora). En esta ocasión el invitado fue Daniel Casado. En la sala espacio CB arte se inauguró la exposición 'Guillermo Silveira. Un puñetazo de alma' con motivo de su centenario. Hasta el 29 de enero.
Lo del nombre del puente no tiene discusión. Hay otro a escasos 200 kilómetros y además los GPS se volverán locos, chisporrotearán. Cualquier otro nombre vale para hacerles un guiño a los hermanos portugueses, como quiere nuestro presidente. Ponemos el gallo del tiempo encima de la tele o la nevera, y en paz. Otro día, hablamos de política.
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Recuperamos palabras de la infancia: escarcha, carámbano, arreció, pelailla, sabañones... paisajes de enero.
–¡Llena otra vez, Josué, que nos vamos!
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