La moción de censura con la que los socialistas entregarán la alcaldía de Pamplona a EH Bildu no solo desmonta la supuesta gratuidad de los votos con los que la coalición de Arnaldo Otegi favoreció la investidura de Pedro Sánchez. El acuerdo por el que ... Joseba Asiron desbancará a Cristina Ibarrola, de UPN, supone un salto cualitativo en la relación entre ambas formaciones. Aparte de dar otro paso en el blanqueamiento de una izquierda abertzale que sigue sin condenar el terrorismo de ETA, el PSOE traspasa una nueva línea roja al prestarle por primera vez apoyo para ganar poder institucional. Se trata de una decisión legítima, pero de elevado riesgo, de difícil digestión interna y retrasada conscientemente para evitar un coste electoral el 23-J. Su adopción es congruente con «el muro» al que aludió el presidente en el debate de investidura y confirma que para él cualquier alternativa al frente de las instituciones resulta preferible al centro-derecha constitucionalista (en este caso no existía la excusa de Vox). Sánchez completa así un círculo por el que ha pasado de prometer que el PSOE jamás negociaría con EH Bildu a convertirlo en uno de sus socios de referencia, reunirse él personalmente con sus portavoces y regalarle ahora la alcaldía de Pamplona.

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