Hace unas semanas, organizado por la Casa de Extremadura en Sevilla, un grupo de 18 personas tuvimos la oportunidad de viajar a La Siberia extremeña. Por la A-66 nos dirigimos a Mérida y poco después por la N-430 en dirección a Ciudad Real. ... A la altura del camping de Puerto Peña nos desviamos hacia Valdecaballeros y Castilblanco y, bordeando el embalse de García Sola, rodeados de espectaculares vistas, llegamos a la presa de Cijara para continuar a Helechosa de los Montes, nuestro destino final. Antes nos detuvimos en el Centro de Interpretación 'Los Robledillos', que dispone de restaurante, observatorio astronómico, aeródromo y puesto de control de incendios.
A la mañana siguiente se nos explicó la enorme biodiversidad de la flora y fauna autóctona y las peculiaridades de la berrea, para lo cual dicho centro tiene un espacio de observación. Luego nos dirigimos al área recreativa de La Barca, que goza de un magnífico paisaje y mirador desde donde se contempla en la margen derecha del embalse el llamado Muro de Helechosa, con restos arqueológicos, pinturas rupestres y buitrera. Siguiendo el litoral, a tres kilómetros llegamos a unas casas rurales bien acondicionadas que llaman Cijara Mágica, en un espacio abierto, lleno de tranquilidad de gran belleza natural. Por la tarde tocaba hacer senderismo y escogimos los alrededores del portillo del Cijara, para después volver al pueblo, comprar pasteles típicos y visitar los monumentos.
Al día siguiente fuimos en dirección a Herrera del Duque por la N-502 hacia Fuenlabrada de los Montes. Allí acudimos al Museo de la Miel, situado en un alto promontorio con un mirador y un bello horizonte, aunque como el día era muy cerrado y lluvioso, apenas pudimos ver nada. No obstante, mereció la pena porque la responsable nos atendió muy bien y nos explicó todos los pormenores del proceso de elaboración de la miel.
Acabada la estancia, enfilamos en dirección a Puebla de Alcocer, rodeamos el Cerro de Masatrigo, lugar emblemático de la comarca y continuamos hacia Castuera para regresar a Sevilla. En definitiva, un viaje muy agradable, con buenas compañías y la esperanza de volver a este olvidado rincón extremeño.
En efecto, la comarca se sitúa en el extremo noreste de la provincia de Badajoz, limítrofe con la de Cáceres, Toledo y Ciudad Real. Su relieve alterna serranías, valles y llanuras en la cota de 400-800 metros como estribaciones de los Montes de Toledo. Los terrenos disponen de mucha arboleda y vegetación, dehesas y pastizales y en su mayor parte gozan de algún tipo de protección ambiental; muchos son de propiedad pública y existen numerosos cotos de caza y pesca. Destaca el Parque Nacional de la Biosfera que abarca 155.717 hectáreas y la Reserva Regional de Caza de Cijara, con unas 30.000, además de grandes fincas en todo su entorno, algunas con aeródromo.
La situación socioeconómica de la comarca es muy mejorable, dadas sus muchas posibilidades de cambio
La Siberia extremeña está integrada por 17 municipios de la provincia de Badajoz y unos 25.000 habitantes con una densidad media de 7 habitantes por kilómetro cuadrado, que representan menos de la mitad de la población de los años 60 del pasado siglo. En general, son núcleos pequeños de población envejecida, con poca industria y bajos salarios que muchas veces se sostienen gracias a las transferencias públicas y otras muchas ayudas sociales.
Además de la despoblación y situación económica destaca por la lejanía que, aún más, con las malas comunicaciones actuales produce aislamiento de cualquier área urbana (10.000 habitantes), pues tanto Don Benito-Villanueva de la Serena como Talavera de la Reina, que son sus ciudades de influencia comercial y de servicios más próximas, se encuentran a unos 100 kilómetros de distancia de su pequeña cabecera comarcal que es Herrera del Duque. Otra característica, la cuarta, es su singularidad pues en su territorio se ubican seis grandes embalses que suman 6.400 hectómetros cúbicos y que constituye el mayor reservorio de agua dulce de España.
Todo lo expuesto y otros atractivos de la comarca y su entorno como el Corredor Ecológico del Guadalupejo, el Monasterio de Guadalupe, el Geoparque Mundial de Villuercas-Ibores-Jara o el Parque Nacional de Cabañeros indican su clara vocación para el turismo de naturaleza, como quinta característica de La Siberia extremeña.
Estamos convencidos de que la situación socioeconómica de la comarca es muy mejorable, dadas sus muchas posibilidades de cambio. En esta línea, sería conveniente la creación de una Agencia de Desarrollo de carácter público-privado, para que gestione y transforme todos sus recursos naturales en productos finales. Así mismo, una fuerte promoción del turismo para toda clase de colectivos nacionales y extranjeros con una selección de rutas y ofertas de todo tipo, sin olvidar el megaproyecto de Elysium City en Castilblanco.
También dicha Agencia se encargaría de atraer otras grandes empresas y talento, en especial para la producción de energías renovables, bien fotovoltaica con plataformas solares en los embalses, bien hidroeléctrica por bombeo convencional o reversible, bien de origen eólico o derivada de la gran biomasa forestal existente. Esta gran producción eléctrica, en su mayor parte, sería empleada en la comarca, en la instalación de centros de datos y para su transporte hacia el previsto y limítrofe Valle del Hidrógeno Puertollano-Mérida. Todo ello dentro de una política de desarrollo sostenible, buscando la compatibilidad y equilibrio entre las personas y el medio ambiente.
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