Las posibilidades de Maltravieso
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ANÁLISIS ·
La neocueva de tres millones de euros es una oportunidad, aunque resulta paradójico que al mismo tiempo no haya dinero para seguir investigando en el CalerizoCáceres va a dedicar tres millones de euros de fondos europeos a construir una réplica exacta de la cueva de Maltravieso que, según ha explicado ... esta semana el Ayuntamiento, reproducirá no solo su aspecto interior, sino también sus condiciones de temperatura y humedad. Hasta se podrá sentir esa punzada de claustrofobia que conocen bien quienes han llegado a adentrase alguna vez por los recovecos más estrechos de la cavidad. Una experiencia inmersiva que pretende imitar a otras instalaciones similares donde el acceso a la cueva original está prohibido o muy limitado, la más famosa de ellas la de Altamira, en Cantabria.
¿Es una inversión inteligente o un despilfarro? Pues como pasa con todo, dependerá del resultado. Será un éxito si consigue integrarse en el circuito turístico de la ciudad, actúa como reclamo y atrae visitantes de manera sostenida. Si, por el contrario, se convierte en un armatoste medio abandonado adonde apenas acuda de vez en cuando una excursión escolar nos quejaremos y buscaremos culpables. Es difícil saberlo a priori, aunque muchos creemos que la rica prehistoria cacereña grabada en las cavidades del Calerizo es un filón que sigue sin explotar, de modo que este proyecto, con una correcta promoción, podría darle el impulso que viene necesitando desde hace tiempo.
No es nada fácil que las personas que visitan Cáceres, con estancias de dos o tres días, salgan de la Ciudad Monumental y su entorno. Lo sabemos por experiencias como la de Cáceres el Viejo o el propio centro de interpretación que ya existe en Maltravieso. Se necesita una motivación muy grande para hacer que eso ocurra, y ni siquiera proyectos con el poder de atracción del Museo Helga de Alvear se han atrevido a ubicarse fuera de la parte antigua, a pesar de que para sus promotores hubiera sido más fácil y barato. Quienes han decidido dedicar ahora semejante dineral a un recurso como esta neocueva de Maltravieso, tan alejado del circuito habitual, deben de tener muy claras sus posibilidades. La apuesta, desde luego, es arriesgada.
Se produce por otra parte la paradoja de que, mientras los estudios científicos de las cuevas del Calerizo cacereño están medio paralizados desde hace años por la falta de financiación pública y las trabas burocráticas, se va a llevar a cabo una inversión multimillonaria para construir una réplica de la cueva cuyas paredes guardan desde hace más de 66.000 años las famosas manos de Maltravieso, unas pinturas que, como sabemos por los últimos estudios, se encuentran entre las más antiguas de Europa. Se podría entrar en la comparación facilona y un tanto demagoga de qué podrían hacer los paleontólogos que estudian el Calerizo con esos tres millones de euros, pero no es necesario llegar a tanto para reivindicar que vuelva a haber dinero público para seguir investigando los primeros asentamientos humanos de la zona, un trabajo que hoy en día se reduce apenas a las excavaciones esporádicas que, con sus propios y muy limitados recursos, organiza el equipo Primeros Pobladores de Extremadura.
Investigación y promoción turística no son excluyentes, así que bienvenida sea la neocueva de Maltravieso, pero no olvidemos la importancia de seguir profundizando en el conocimiento de nuestro pasado más remoto.
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