El capitán de rangers y el sargento, tras haber subido al acantilado en medio de aquella lluvia de fuego, en el sector 'Dog Green' de ... la playa de Omaha, se miraron estupefactos y aturdidos aún por las explosiones y disparos. «¡Qué panorama…!», comentó el sargento. El capitán asintió con la cabeza: «¡Y tanto, vaya panorama!».
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Aquí un servidor acudió recién a una rutinaria extracción de sangre para los pertinentes análisis. Me asistió y atendió una bella señorita de brazos tatuados, varios alfilerones clavados en sus lindos labios y un aro colgando de sus perfectas fosas nasales. Cumplió su oficio a la maravilla fiel y me despidió tan gentilmente. «¿Qué necesidad tienes de ocultar tu evidente belleza tras dibujos terribles en la piel y esos piercins atorrantes?», pensó aquí un servidor; pero no me atreví a comentárselo, que no están estas vainas para licencias. ¡Qué panorama!
Mi tocayo, el «molt honorable president de la Generalitat», Salvador Illa, dice que menos castellano (¡Perdone, se dice español!) porque los catalanohablantes se molestan y ofenden. ¿Se ofenden mis buenos amigos Xavier Trías de Bes y Joaquím Rossell cuando hablan conmigo y nos reímos mezclando términos de uno y otro idioma? ¿Qué diría Josep Pla del panorama en que se debaten los habitantes de la marca hispánica?
Un obús ha caído, o ha sido disparado, en un espacio 'inocente' y ha ocasionado un montón de víctimas también inocentes. ¿Qué guerra es esa en la que unos se esconden tras los civiles y atacan a otros civiles cuando están desprevenidos? El panorama desolador de Gaza o del Líbano no deja de proporcionarnos cada día su ración de malestar y desazón. No acabaremos nunca…
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Camina uno por algunas calles y las puertas cerradas le van helando el corazón. Allá y acá. Tiendas clausuradas, locales herméticos, solares abandonados, negocios otrora boyantes hoy desahuciados. Al viandante ese panorama de abandonos y ruinas le va hiriendo poco a poco y un ataque de tristeza le invade cavilando en las gentes que allí estuvieron, sus sueños, sus ilusiones…
Pero uno no se consuela porque no quiere. Por ejemplo, abro el libro y leo: «España, sobre todas, es engañosa, atrevida et mucho esforzada en lid, ligera en afán, leal al Señor, afincada en estudio, en palabra, complida de todo bien; non ha tierra en el mundo que la semeje en abondanza, nin se eguale ninguna a ella en fortalezas, et pocas ha en el mundo tan grandes como ella. España sobre todas es adelantada en grandeza et más que todas preciada por lealtad». No lo digo yo, lo dijo el rey Alfonso X el Sabio, así que mucho cuidado con llevarle la contraria.
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Otro panorama inexplicable. Mal de muchos, consuelo de… Las listas de gentes, familias, que acuden a los comedores sociales aumenta cada dos por tres. Por cierto, esos comedores, o centros donde se expende comida para llevar a casa, están administrados por personas solidarias y desinteresadas ¿verdad? ¿Cuándo les van a poner la medalla del mérito a todas esas señoras que en cuanto pueden ajustan sus «mandiles solidarios» y acuden a ayudar a los necesitados? Vamos, vamos, un poco de atención…
Éramos pocos… y ahora lo de Valencia. ¡Eli, Eli, lama sabactani!!
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