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La tercera espantada
El batiscafo

La tercera espantada

Me enorgullezco de habitar en un territorio donde se puede colocar una bandera nacional en el balcón 'impunemente' sin que nadie se espante

alfonso callejo

Miércoles, 30 de noviembre 2022, 08:39

Antes de la pandemia, el Ejército y la banda de música de la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lérida) se negó a desarrollar su tradicional concierto en aquella localidad al comprobar que el escenario a ello destinado estaba decorado con lazos amarillos. Este ... concierto es uno de los actos con los que culmina cada año la entrega de despachos a la nueva promoción de sargentos presidida por el Rey (cuya presencia, por cierto, fue entonces boicoteada con el plante de las autoridades municipales independentistas de aquel pueblo). Este hecho me dio pie a escribir un artículo titulado 'De Manolete al Neandertal' recordando que mi padre contaba que este gran torero, en una de sus tardes de gloria en México, en los años de la posguerra española, se negó en principio a torear al advertir la presencia de una bandera republicana presidiendo la plaza, ordenando a sus peones que la retiraran. Otras versiones dicen, por el contrario, que esta anécdota es una leyenda urbana inventada por el régimen franquista para reafirmar su propaganda ante la opinión pública y denostar así al exilio mexicano.

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