![La tercera espantada](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202211/28/media/cortadas/balcon-RpxEjJEF497mZb5b6wuguSI-1248x770@Hoy.jpg)
La tercera espantada
Me enorgullezco de habitar en un territorio donde se puede colocar una bandera nacional en el balcón 'impunemente' sin que nadie se espante
alfonso callejo
Miércoles, 30 de noviembre 2022, 08:39
Secciones
Servicios
Destacamos
alfonso callejo
Miércoles, 30 de noviembre 2022, 08:39
Antes de la pandemia, el Ejército y la banda de música de la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lérida) se negó a desarrollar su tradicional concierto en aquella localidad al comprobar que el escenario a ello destinado estaba decorado con lazos amarillos. Este ... concierto es uno de los actos con los que culmina cada año la entrega de despachos a la nueva promoción de sargentos presidida por el Rey (cuya presencia, por cierto, fue entonces boicoteada con el plante de las autoridades municipales independentistas de aquel pueblo). Este hecho me dio pie a escribir un artículo titulado 'De Manolete al Neandertal' recordando que mi padre contaba que este gran torero, en una de sus tardes de gloria en México, en los años de la posguerra española, se negó en principio a torear al advertir la presencia de una bandera republicana presidiendo la plaza, ordenando a sus peones que la retiraran. Otras versiones dicen, por el contrario, que esta anécdota es una leyenda urbana inventada por el régimen franquista para reafirmar su propaganda ante la opinión pública y denostar así al exilio mexicano.
Pues ahora tenemos una nueva espantada. Resulta que más de treinta alumnos de un colegio balear han sido expulsados de clase y mandados a sus casas por poner una bandera de España en el aula (con la inscripción ‘¡Vamos selección!’) en apoyo al equipo nacional de fútbol en el presente Mundial. La profesora de catalán (¿casualidad?) se negó a torear, digo a dar clase, mientras no se retirara aquel ‘trapo’ colgado en la pared. Y esto no es una leyenda urbana, pues ha salido en todos los medios de comunicación y además se presentará una denuncia por parte de los padres. Claro es que también he visto titulares de la prensa catalanista de este tenor: ‘El españolismo acosa a una profesora de catalán por no permitir una bandera de España’. Y lógicamente Vox también ha saltado al ruedo con banderillas negras. Es evidente que cada uno cuenta la feria según le interesa, y parece también que el aula faltó al respeto a susodicha profesora. El asunto va a ser tratado en la consejería de Educación y en consejo de gobierno de aquella comunidad, donde la señora Armengol hará sin duda valer su evidente sesgo antiespañol. De hecho ya se ha pronunciado en redes sociales apoyando a muerte a la profesora que ordenó retirar la bandera. Esta buena señora es la que ha suprimido el castellano como lengua vehicular en las aulas del archipiélago y la que dio un ultimátum al personal sanitario balear para demostrar competencia lingüística catalana si querían conservar su puesto de trabajo, decreto que tuvo que tumbar el Tribunal Supremo.
Viendo todo esto, no puedo por menos que enorgullecerme de habitar en un territorio donde se puede colocar una bandera nacional en el balcón ‘impunemente’ sin que nadie se espante. Lo más normal del mundo se está convirtiendo en excepción. Cosas que pasan cuando la anormalidad toma carta de naturaleza.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.