
La cloaca del imperio (y 2)
La calma del encinar ·
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La calma del encinar ·
El Imperio romano, cansado del conflicto permanente en la pequeña provincia de Judea, «la cloaca del imperio» por su dificultad, expulsó a los judíos y ... cambió el nombre de Judea por Palestina, en un intento inútil de borrar la memoria judía de la región. En aquella lucha del todo contra la nada, fracasaron y «como la gota de agua que hiere la piedra, el todo se fue y la nada quedó (Theodor Herzl). Hitler también fracasó y «de los seis millones de judíos asesinados, crecieron seis millones de árboles».
Durante una tertulia radiofónica, una exconsejera de la Junta de Extremadura, bien pertrechada de ignorancia, afirmaba que «Israel debería ceder la mitad de tu territorio a Palestina, para pacificar la zona». Quedó muy sorprendida cuando le dije que la extensión de Israel es prácticamente la misma que la provincia de Badajoz. Después, fuera de los micrófonos, reconoció su error porque «creía que Israel era mucho más grande que España». Es un error muy genérico porque no se entiende que un país tan pequeño tenga tanta pujanza internacional, genere tantas noticias, cuente con un arsenal bélico de última tecnología y sea capaz de enfrentarse a una coalición de países que multiplican por cien su territorio. Creo que hay mucha desinformación sobre lo que ocurre en esa zona en permanente ebullición y el despiste de la exconsejera es muy compartido. Aun a riesgo de que se me alinee, voy a ofrecer algunos datos que dejan muy claro el objetivo que persigue Israel en este conflicto: defenderse.
De los 260 terroristas de Hamás que entraron en Israel, hay constancia de que 228 han sido aniquilados y la semana pasada cayó también Yahia Sinwar, el ideólogo de la operación. Antes, habían «neutralizado» a otros seis líderes políticos/religiosos, a sus sucesores y a los sucesores de sus sucesores. Destruidos ciento cincuenta túneles y más de cien arsenales camuflados en centros deportivos, hospitales y escuelas, lo que evidencia que los objetivos de Israel son muy selectivos, aunque, para llegar a ellos, hayan tenido que causar muchas víctimas civiles, que les servían de escudo. Me duelen y no lo justifico, pero las víctimas civiles se evitan evitando las guerras, pero ese dilema moral lo dejo para que lo resuelvan los de las soflamas y panderetas antisemitas, que identifican a víctimas con banderas.
Esta guerra, que iniciaron los terroristas de Hamás hace un año, estaba perfectamente planificada para buscar la respuesta que Israel ha dado, porque sabían que era la única que podía dar. En la mañana del 7 de octubre de 2023, varios grupos armados de la Franja de Gaza iniciaron un ataque sorpresa contra Israel. Lanzaron misiles y cruzaron la frontera, atacando varias localidades, en las que llevaron a cabo ejecuciones sumarias y secuestraron más de 200 civiles. 1.358 personas perdieron la vida, 3.500 resultaron heridas… ¿Alguien pensó que esa acción iba a resultar gratis para los terroristas? Todos sabían lo que después ha llegado.
Aunque duelan las cincuenta mil víctimas de una guerra perfectamente planificada por Hamás, Hezbolá y cómplices necesarios de la zona, los muertos no tienen solución y los esfuerzos de la «comunidad internacional» deberían proyectarse sobre la resolución de un conflicto en el que las víctimas crecen exponencialmente. Entresacándolo de las noticias, desde el pasado sábado se han incrementado en 375, solo en cinco días. ¿Por qué no se evitan las víctimas de la próxima semana?
Parece que alguien tiene en su cuaderno anotado el cómo y el cuándo.
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