
Traigan un metro de medir
PLAZA ALTA ·
MANOLO LÓPEZ
Martes, 2 de agosto 2022, 09:33
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MANOLO LÓPEZ
Martes, 2 de agosto 2022, 09:33
A mis cortas luces les resulta aún fácil traer a mi ajada cabeza algunos recuerdos. Tenía yo poco más de 20 años y la inconsciencia ... juvenil encima. Era la primera vez con todo lo que ello connota en la vida. Mi primera vez de montarme en un tren. Tarde, como tardó mi primer encuentro con el mar, la mar. Mi primer viaje en tren. El destino era la estación de Obejo, desde Badajoz. Contra mi voluntad (quinto levanta, tira de la manta).
La muchachada de reclutas fuimos enjaulados a las órdenes de algunos sargentos que ya estarán más que licenciados. Íbamos a sembrar los verdes campos de las Vegas Bajas del Guadiana de naranjas con sabor a cámara, chuscos de pan, latas de sardinas sin ni siquiera abrir, rodajas de mortadela, huevos cocidos... Desde la vetusta estación de Renfe del siglo pasado, nada más salir desde el mismo Badajoz, desde el puente de Palos, íbamos tirando por la ventana del tren los huevos duros, las sardinas bañadas en aceite de girasol.
La tropa de mostrencos era transportada hacia el campamento del Llano Amarillo de Obejo, hacia una aventura impuesta, no deseada ni buscada. Fue un viaje largo, largo, pesado, caluroso, con los vagones llenos de humos de tabaco Goya o Bonanza, Peninsulares o Celtas (Comunistas Españoles Levantaos, Tenéis Ayuda Soviética), tal vez algún Bisonte en los más pudientes. Llevaba el petate al que acoplé el candado que me habían aconsejado. No recuerdo a qué olía el tren, No era a rosas. Sé que se me clavaron las tablas en los huesos jóvenes.
Muchos años después pude montar en otros trenes, en un AVE de verdad de Madrid a Barcelona, en otro AVE hasta Toledo, en un tren imperial de lujo desde San Petersburgo hasta Moscú atravesando la Siberia o lo que fuera en una larga y divertida noche. Qué corta se me hizo aquella noche (más de 700 kilómetros de distancia), qué largo el viaje hasta Obejo y qué empinada la cuesta, con el petate al hombro, desde la estación de Obejo hasta el Llano Amarillo...
Ahora, año 2022, la Secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera (podemita, ahí está la cuota) se presenta en Extremadura diciendo que esto del tren de Extremadura hay que arreglarlo.
Pero aquí andamos todavía comprando microbuses más anchos que las calles para los que los habíamos comprado. A ver quién nos presta un metro para medir los autobuses antes de aflojar la pasta.
Renfe ya no transporta soldados a Obejo y esto es todo un sinsentido. Incluyendo la carrera de Vara perseguido por la señora Guardiola, que viene como un tren, que te pillo, que te pillo...
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