
Placebo
Troy Nahumko
Sábado, 27 de mayo 2023, 08:54
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Troy Nahumko
Sábado, 27 de mayo 2023, 08:54
El cartel lo decía con una claridad más descarada y rotunda de lo que yo había visto hasta entonces. No había ninguna cara sonriente forzada, ... ni ideas innovadoras, ni el más mínimo intento de enmascararse tras cualquier apariencia de pensamiento o individualidad. Era tan descarado como parecía. Vota al partido X.
Allí, en la esquina de una calle, se mostraba la naturaleza asquerosa y corrupta de la política española, repleta de un cartel azul de parada de autobús.
No había ninguna idea a la vista, ni ningún indicio de que alguna vez la hubiera. Era el equivalente visual de una píldora placebo, sin propiedades activas, administrada a enfermos. Toma esto y no te preguntes qué es 'esto'. No importa. Simplemente crea en nuestra marca, tómelo y de alguna manera todo irá bien. En aquel cartel había una cuestión de fe más que de investigación democrática. Era la exhibición del poder y el dominio de los partidos políticos en este país, y un brillante ejemplo de la pura brutalidad de su hegemonía obviando la independencia de pensamiento.
Las calles han estado llenas de color durante las dos últimas semanas, con los colores primarios de los partidos políticos nacionales brillando desde las farolas. Los equivalentes políticos de Nike, Netflix, Telefónica o Zara ondeando al viento, suplicando a sus fieles que sigan confiando en su ineptitud colectiva y extraterritorial.
Porque cuando uno vota a las listas cerradas de estos gigantes nacionales, automáticamente delega las decisiones en Madrid. Los representantes regionales de los partidos pueden pretender ser regionalistas independientes e incluso pueden llegar a pretender ser progresistas. Como la candidata azul, que ha declarado en la prensa que apoya los avances conseguidos por los colectivos de mujeres y de LGTBQIA+.
Pero la realidad sigue siendo que el partido nacional que ella representa apesta abrumadoramente a zarza ardiente. Uno que lleva sistemáticamente al Tribunal Supremo cualquier medida que contravenga leyes atávicas, dictadas por un dios celestial vengativo que fueron escritas en tablas de piedra por taquígrafos israelitas de la edad de bronce. Aunque no base sus valores en criterios de la teoría pre-germinal, cualquier contradicción de estas normas primigenias siempre será anulada a nivel nacional.
Luego está el partido predominante que ha gobernado en Extremadura por más de tres décadas. Un partido que, en más de una generación, ha sido incapaz de transmitir de forma convincente a Madrid la total y absoluta exasperación que sienten los habitantes que viven en lo que, de hecho, es una región de segunda. Una región incapaz de aspirar a servicios que otras comunidades dan por descontados.
Mientras los trenes ardan y los fondos que deberían destinarse aquí se deriven a otras partes del país que apoyan a la coalición, en lugar de protestar a diario frente a la Moncloa, ni siquiera se envía un whatsapp enérgicamente redactado en señal de disconformidad a los dirigentes del partido.
Hoy es para reflexionar, para pensar, ponderar el futuro y examinar hacia dónde prevemos que se desarrolle nuestra región. Ese papel mañana es una elección. Una que puede significar la continua externalización de la toma de decisiones y el cansancio de lo mismo de siempre. O puede significar una oportunidad para algo nuevo.
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