Que viene el lobo

La falsa imagen de Winnie the Pooh que tenían de estos animales salvajes era tan completamente contraria a la realidad que, en su ignorancia, arriesgaron sin miramientos la seguridad de sus hijos solo por hacerse una foto. Al fin y al cabo, solo era un osito de peluche, ¿no? Y ahí radica el peligro. Los osos de verdad muerden.

El mapa político de Extremadura se ha redibujado y ahora acechan osos de verdad. Un nuevo partido con cinco escaños clave tendrá representación en la Asamblea en la próxima legislatura. Escaños que serán decisivos a la hora de elegir quién será el próximo presidente de Extremadura.

Una de las grandes incógnitas desde la irrupción de este nuevo partido en la escena política nacional, y ahora extremeña, es cómo catalogar con precisión a este verde ursus horribilis. Su abstrusa nebulosidad solo se ve espesada por el hecho de que ni siquiera se molestaron en preparar un programa electoral específico para Extremadura.

Este olvido lo excusaron alegando que son un partido con vocación nacional. Cuya ingenuidad, presumiendo que los retos a los que se enfrentan aquí en Extremadura son los mismos que en el País Vasco, supera la inocencia de esos pobres niños con miel en las manos. Eso si no se hubiera hecho deliberadamente para ofuscar sus verdaderas intenciones.

En un acto de autocensura, en un solo periódico se puede ver a este recién llegado etiquetado como extrema derecha, ultraderecha, derecha radical, ultranacionalista, trumpista, franquista y neofranquista. Pero, ¿son estos eufemismos y trivializaciones solo una distracción de lo que realmente representa el partido? Si grazna como un pato, camina como un pato y se comporta como un pato, pues...

El Partido Popular también va a tener que reexaminar cómo clasifica esta escisión a su derecha. Durante años mantuvo aislados y silenciados a estos ultras dentro de sus filas, pero ahora han salido del armario. Después de jurar que nunca gobernaría con ellos, la presidenta del PP extremeño, María Guardiola, ha afirmado ahora que su programa coincide en un 90% con lo que quieren los votantes del recién llegado.

El alcalde entrante de Cáceres, Rafa Mateos, del PP, ha ido aún más lejos en la normalización de este partido que obtuvo dos escaños en la ciudad. En su opinión, los partidos en sí no son peligrosos, solo lo son las personas y que el portavoz verde le había dado muy buena espina como persona moderada.

Pero este oso ya no es el casposo de tu cuñado cantando el 'Cara al Sol', mascullando que con Franco vivíamos mejor después de una larga tarde con una botella de Veterano, sino un partido a las puertas del poder. Uno que podría tener voz y voto en áreas tan vitales como la educación.

Esperemos que dejen a los osos en sus cavernas.