El estado de salud del Papa Francisco empeora tras sufrir una crisis respiratoria

La cita que reunió en Washington a representantes de la derecha radical de numerosos países, como si el evento fuese un fasto más del regreso ... de Trump a la Casa Blanca, acabó revelando la naturaleza de tan peligroso delirio. Una persona pionera de la reacción global pero no electa en las urnas, Steve Bannon, optó por significarse mediante el saludo nazi. Lo que llevó al representante del Reagrupamiento Nacional francés, Jordan Bardella, a cancelar su intervención. La controladora extrema derecha se encuentra fuera de control, incluso para sus integrantes de primera hora. El ánimo libertario de cualquiera que tenga la oportunidad de salir a escena puede acabar aguando para mal el encuentro al que acuda. La propia adoración mesiánica hacia Trump va, inexorablemente, acompañada de sobresaltos diarios. Con el agravante añadido de que casi todos los convocados en Washington, incluido Santiago Abascal, se conducen con el empaque de quienes creen que no tienen que rendir cuentas a nadie, más que a una Historia que recrean a conveniencia para sus mítines. El cónclave ultra de Washington acalló al francés Bardella. Acalló a una buena parte de la Europa más extrema que no quiere nada que ver con el nazismo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad