¿Qué ha pasado hoy, 23 de febrero, en Extremadura?

El pasado fin de semana, el Club Senior de Extremadura convocó en Guadalupe a empresarios, profesores, periodistas, arquitectos y otros profesionales para que reflexionaran sobre ... la cohesión regional y propusieran modos de afianzarla. Y ese mismo escenario, el Monasterio, ha sido el lugar elegido por María Guardiola para anunciarse como la nueva líder del PP extremeño, ofrenda floral a la patrona incluida.

Publicidad

Tal vez ese sea su primer mensaje reivindicativo, reafirmar valores de identidad y orgullo hispano, que a Vox hay que pelearle el voto. Otros lo ven menos épico y más práctico: no enfadar a nadie en el partido eligiendo un campo neutral, la capital espiritual de Extremadura.

Desde allí proclamó: Tenemos que integrar y dejar de hablar del yo para hablar del nosotros. Cohesionar el partido, en definitiva, que es la primera tarea que tiene por delante. Guadalupe como kilómetro cero de la identidad extremeña y ahora también del examen de conciencia político.

En el PSOE, la puesta en escena no ha impresionado demasiado. Creen que al PP solo le queda encomendarse a la Virgen si de verdad piensan que pueden conquistar de nuevo el gobierno de la Junta de Extremadura.

Publicidad

Es comprensible que a los socialistas se les haya escapado una sonrisa en la semana que aún resuena la noticia de la gigafactoría y sus 3.000 empleos y en la que se ha firmado, con todos los sindicatos docentes, que son muchos, un acuerdo con una larga lista de permisos, como un año sabático remunerado parcialmente.

La brecha que se está generando entre los empleados públicos y el resto de trabajadores, en general, es cada vez mayor. Viene de lejos, pero existe un mercado laboral de dos o más velocidades, donde los derechos que se les reconocen a unos les suenan a ciencia ficción a otros, más acostumbrados a la incertidumbre del contrato y a salarios congelados. No hay más que recordar que el derecho a coger baja médica por regla incapacitante ha sido cuestionado por voces de la izquierda y hasta sindicales, por el temor a que ese avance social se vuelva en contra de la contratación de mujeres.

Publicidad

Extremadura es la comunidad autónoma con más empleado público por población, pues durante mucho tiempo solo la Administración regional fue capaz de generar empleo, y eso todo político lo tiene en cuenta a la hora de saber a quién puede y a quién no enfadar. Piensen en el rápido cambio de opinión de la Junta con la fecha de inicio del curso escolar. Pero no siempre quienes son muchos o los que más protestan tienen más razón, ni deberían conseguir más cosas por el mero hecho de ser más insistentes para plantear sus demandas.

Los docentes tienen problemas, el primero el mareo de leyes educativas al que están sometidos por parte de los gobiernos, pero uno también tiene la sensación de que consiguen más que los demás porque están mejor organizados y saben arrancarlas. Y así se va abriendo un abismo entre las condiciones de las que gozan unos y otros trabajadores en función de si la nómina es pública o no. La cohesión en el mercado de trabajo brilla por su ausencia.

Publicidad

Las prisas políticas por rentabilizar decisiones no se compadecen, en cambio, con procesos que exigen una larga digestión, de ahí que la propia Junta haya casi renegado públicamente de sus propios planes para avanzar en la comarcalización de Extremadura, para el que nunca es buen momento.

Redefinir el mapa territorial en comarcas para cohesionar la cartera de servicios es algo que los distintos gobiernos autonómicos del PSOE llevan tiempo dándole vuelta, por consejo de muchos expertos, pero ya han dicho que ahora no toca. De la preciosa comarca de las Villuercas, donde se levanta Guadalupe, de momento solo interesa hasta dónde le conducirá a Guardiola, funcionaria de la Junta, el camino emprendido al pie del Monasterio.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad