Condenan a dos jefes y absuelven a otro por la muerte de dos trabajadores

El Juzgado de lo Penal de Plasencia ha condenado al administrador y al encargado de una explotación agropecuaria del término municipal de Casatejada por la muerte de un trabajador: Francisco P. R. que tenía 52 años cuando perdió la vida. Los que habían sido sus jefes han sido condenados, cada uno de ellos, a seis meses de prisión y pagar 1.260 euros de multa.

El tribunal considera que el administrador y el encargado son responsables de un delito contra la seguridad de los trabajadores. La pena para ellos no es mayor debido a que se les ha aplicado la atenuante de reparación del daño. Los hijos de la víctima recibieron, cada uno, 18.031 euros.

La sentencia señala que Francisco trabajaba en una explotación agraria en la que se usaban dos tractores antiguos; aunque expertos en prevención de riesgos laborales ya habían señalado que esos dos tractores no debían usarse, ya que no estaban dotados de una medida de protección adecuada y homologada anti-vuelco.

Tractores peligrosos

Los dos tractores siguieron usándose para ahorrarse la compra de unos nuevos.

Uno de los tractores estaba matriculado el 1 de octubre de 1978, y además de carecer del sistema anti-vuelco, llevaba varios meses con problemas de arranque, por lo que los operarios tenían que lanzarlo con el motor apagado por una pendiente, para poder ponerlo en marcha, con el consiguiente riesgo para su vida. Riesgo que se veía aumentado ya que apenas funcionaba el sistema de frenado.

El accidente ocurrió el 14 de mayo del 2003. A las cuatro de la tarde Francisco se montó en ese tractor. No pudo arrancarlo y entonces lo dejó caer por una pendiente que parte del cebadero de la finca. Francisco no logró hacerse con el control del tractor, ni pudo detenerlo a tiempo. Acabó volcado en un arroyo denominado 'de la Cogota' que llevaba un caudal significativo de agua. Murió asfixiado al quedar atrapado bajo uno de los ejes del tractor.

Homicidio imprudente

En el otro juicio por el fallecimiento de un trabajador, un jefe de cuadrilla de operarios de la construcción fue acusado de un delito de homicidio imprudente. El tribunal le ha absuelto.

Este accidente laboral ocurrió el 25 de marzo de 2004, cuando Javier C. H., de 25 años, murió cuando trabajaba en la construcción de una nave destinada a almacenar frutas, que estaba ubicada en el kilómetro 367,700 de la carretera nacional 110, en el término municipal de Jerte. Cuando estaba colocando paneles aislantes en el techo de la nave cayó desde una altura de unos 3,60 metros. Se golpeó contra el suelo y sufrió lesiones politraumáticas que desencadenaron su muerte.