El brillo de una gema al mediodía

La poeta y presentadora Raquel Lanseros recorrió múltiples rincones de la ciudad con la música de 'Dulce introducción al caos' de fondo. Al ritmo de Extremoduro, paseó por la Plaza Mayor, Puerta del Sol, calle Zapatería, Torre Lucía o La Isla antes de charlar con Luis Landero, con el que se encontró en San Nicolás.

«En Plasencia tengo muy buenos amigos y, además, es mi tierra», dijo el escritor de Alburquerque, que aprovechó para hablar de su último libro, 'Una historia ridícula'. También, recitó un fragmento de 'El huerto de Emerson' en el patio del Parador Nacional.

Tras hacer parada en la librería de El Jardín Secreto, para charlar con sus propietarios y clientes, Raquel Lanseros se dirigió a Guijo de Granadilla para conocer la figura de José María Gabriel y Galán y sus poemas en castúo. Lo hizo de la mano de Juan José Barrios, director de la Casa Museo.

El programa continuó con una conversación con Gonzalo Hidalgo Bayal, narrador y poeta que convirtió Plasencia en Murania. Se vieron en el Palacio de Congresos. «Es bastante más conocido lo clásico, el centro urbano de la ciudad, pero también es cierto que hay cosas, como este mismo edificio, que muestra síntomas de modernidad», señalaba Hidalgo Bayal. Hablaron, entre otras cosas, de la colección de relatos de 'Hervaciana' (2021).

Para finalizar el viaje, Raquel Lanseros visitó Carcaboso para interesarse por la campaña de animación a la lectura 'Tesoros de papel', que promociona la Diputación de Cáceres.

Con una reflexión y de noche, Raquel Lanseros se despidió de la ciudad: «Dejamos Plasencia, la ciudad cuyo nombre proviene de la voz latina 'Para que plazca a Dios y a los hombres', con la honda experiencia del deleite y la revelación».