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Pedro Díez, Carmen Núñez y María de la Nueva Martín en la presentación del nuevo programa. DAVID PALMA
Los buenos estudiantes con padres implicados en su educación también consumen drogas

Los buenos estudiantes con padres implicados en su educación también consumen drogas

Sanidad y Proyecto Hombre inician un programa pionero en la provincia cacereña para atender a menores con conductas adictivas

ANA B. HERNÁNDEZ

Miércoles, 18 de mayo 2022, 14:20

Las drogas no son solo cosa de menores que pasan de los estudios y pertenecen a familias desestructuradas. «Existe este perfil, pero cada vez nos encontramos con más padres que se llevan una sorpresa cuando reciben una llamada de una comisaría informándoles de la detención de su hijo», explica María de la Nueva Martín, coordinadora del nuevo programa que se ha puesto en marcha en la provincia cacereña para atender a menores con conductas adictivas y sus familias.

«Son buenos estudiantes que tienen padres implicados en su educación y que, por eso, cuando se encuentran con esa llamada no saben qué ha pasado con sus hijos, pero es que tienen una segunda vida», aclara al técnica.

De la mano de Proyecto Hombre y la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales arrancó el pasado abril el denominado Programa Preventivo de Conductas Adictivas con Menores y Familias en Situación de Riesgo (PEPCAR). Una iniciativa que lleva tiempo funcionando en la provincia pacense, con los menores internados en el Marcelo Nessi, pero que en la cacereña se centra en la intervención con los menores en su entorno.

«Se trata de trabajar con los menores y sus familias para darles las herramientas y estrategias en su propio entorno para que sepan cambiar costumbres y amigos, para que sean capaces de modificar su itinerario vital», ha resumido la directora de Servicios Sociales, Infancia y Familia, Carmen Núñez.

Benzodiacepinas

Para ello en el programa, que este año cuenta con una subvención de 30.000 euros y que nace con vocación de continuidad, cuatro técnicos -dos educadores sociales y dos psicólogos- se ocupan en los centros de día de Proyecto Hombre en Plasencia y Cáceres de llevar a cabo las sesiones y terapias precisas para conseguir que los menores rompan con esas adicciones o con la situación de riesgo en la que se encuentran para evitarlas.

Hasta la fecha son ocho menores los atendidos, la mayoría en cumplimiento de medidas judiciales, «pero cualquier menor o familia puede acudir al programa a través de los servicios sociales de su localidad». Y recibir así la ayuda profesional precisa «para entender que hay vida más allá de las drogas». En definitiva, «el objetivo por el que siempre ha trabajado Proyecto Hombre y motivo por el que hemos ido adecuando nuestras respuestas a las nuevas situaciones que se han venido produciendo», ha recordado Pedro Díez por parte de la organización.

Porque ahora esas conductas adictivas en menores de familias o no desestructuradas y con buenos o malos resultados académicos no solo pasan por el alcohol y los porros, sino también por las benzodiacepinas.

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