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¡La Fundación Caja de Extremadura busca ofertas que posibiliten el uso del convento de las Carmelitas, en la plaza del Salvador, que conlleven la puesta en valor de este edificio emblemático y que cuenten con el respaldo tanto de la Junta de Extremadura como del Ayuntamiento de Plasencia.
«Estamos abiertos a todas las opciones, porque no queremos que el edificio esté cerrado», declara Antonio Franco, director de la Fundación Caja de Extremadura. Para ello desde la entidad se buscan ofertas que conlleven su apertura en la misma línea de trabajo desarrollada para el coliseum de Cáceres, cedido en régimen de alquiler a la cadena Altafit para un gimnasio, y para lo que la concesionaria «ha hecho una inversión en el edificio que, una vez concluya el contrato de alquiler, revertirá de nuevo a la Fundación con la inversión realizada», detalla Antonio Franco.
Es el objetivo que la entidad persigue alcanzar también con la búsqueda de ofertas para el convento de las Carmelitas de Plasencia. Porque lo que deja claro el director de la Fundación Caja de Extremadura es que no se va terminar la remodelación iniciada hace siete años. «Las circunstancias económicas han variado, no es lo mismo un banco que una fundación y esta entidad no tiene dinero para terminar la obra de las Carmelitas, por eso esto no entra en sus previsiones», argumenta. Por eso la Fundación descarta asumir el proyecto de convertir el convento en un centro cultural.
El inmueble, propiedad de la Obra Social de Caja de Extremadura desde 2008, es un referente arquitectónico en la ciudad. Fundado en 1628, fue convento carmelita durante tres siglos y medio, hasta que las religiosas se trasladaron a un nuevo carmelo en Santa Bárbara hace más de veinte años.
Según el proyecto de la entidad financiera entonces, el nuevo edificio albergaría las colecciones pictóricas permanentes de Caja de Extremadura, las obras premiadas del Salón de Otoño de Pintura de Plasencia (1979-2009) y las adquisiciones de Obra Abierta de los años sucesivos.
Junto a las exposiciones permanentes, además, se habilitarían en el edificio nuevos espacios expositivos para colecciones temporales, retrospectivas, y salas multiusos que ofrecieran a la ciudad una nueva plataforma cultural y un referente expositivo de primer nivel.
Para ello, en 2012, la entidad puso en marcha las obras, con una inversión de 3,6 millones de euros, según el proyecto de rehabilitación de los arquitectos Álvaro Tanco y Manuel Béjar, premiado con el galardón al mejor proyecto de Obras Sociales de España, de la revista Actualidad Económica, en octubre de 2010. La previsión era concluir las obras en otoño de 2013, para hacer coincidir la fecha de apertura del remodelado convento con la inauguración de la Exposición del Premio Internacional Caja de Extremadura Obra Abierta de ese año.
Pero la situación cambió antes de que las previsiones se cumplieran, con motivo de la crisis económica, y la intervención sirvió solo, «con mucho esfuerzo», aclara Antonio Franco, para consolidar el edificio, que sigue bruto en su interior y esperando que la búsqueda de ofertas logre su apertura.
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