Las losetas vuelven a caer de las fachadas de Obispo Varela

En este caso, las afectadas han sido las fachadas traseras de los inmuebles números 28, 30 y 32 de La Salle. Las losetas han caído y la Policía Local ha precintado las fachadas a lo largo de Obispo Varela, la vía en la que están los accesos a cinco garajes colectivos. El azar de nuevo ha evitado que se hayan producido daños personales, que en el momento de la caída de las planchas no pasara nadie por una vía muy transitada, además de los garajes por los negocios que hay y desde la que se accede al centro comercial Dama y al centro de salud Luis de Toro.

La vía se ha acordonado hasta que los desperfectos se arreglen y evitar así daños a personas si caen más baldosas. Pero los vecinos de los bloques afectados reclaman una solución urgente y definitiva.

El desprendimiento de losetas se lleva repitiendo en estos edificios prácticamente desde hace 25 años. Se trata de un defecto de construcción. Las baldosas no están bien sujetas y de vez en cuando se desprenden, en especial, cuando se dilatan o se contraen por un cambio brusco de las temperaturas. «O por las lluvias constantes que se han producido en las últimas semanas, que pueden haber provocado que se ablande el mortero o se resienta un anclaje que es antiguo», explica David Fernández, administrador general de las comunidades de propietarios.

Ampliar

La justicia ya dio en su día la razón a los propietarios de estas viviendas y condenó a la constructora a atornillar a la fachada todas las baldosas que recubren los inmuebles. Sin embargo, la solución no alcanzó a la totalidad de las losetas y, en cualquier caso, «se trata de un sistema de anclaje que tiene años y los tornillos también se parten», señala el administrador. «Sería precisa una revisión exhaustiva todos los años», valora.

Los vecinos, por su parte, afirman que «desconocemos quién debe asumir el arreglo, pero entendemos que hay que dar una solución definitiva y urgente a esta situación que arrastramos, porque al final va a haber un problema si los desprendimientos continúan y las losetas caen encima de alguien». También lo creen quienes tienen negocios en la zona. «Es un problema, hay inseguridad lógicamente y la gente tiene miedo a pasar y esto nos afecta a todos», afirma David Martil, responsable del centro comercial Dama.