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Plasencia sigue buscando al conductor de un vehículo camuflado de la Policía Local que viajó a Portugal en el verano de 2020. Lo lleva haciendo desde hace un año y aún no ha sido posible identificarlo. El misterio, por eso, no solo continúa, sino que se puede prolongar en el tiempo, si acaso alguna vez se resuelve, otros tres meses más. Es el plazo que se ha concedido al nuevo mando policial al que se ha encomendado ahora una tarea que el intendente de la Policía Local, Enrique Cenalmor, no ha resuelto. Es más, ha asegurado de hecho que será complicado hacerlo y que, en cualquier caso, llevará mucho tiempo.
Este misterio comienza el 23 de agosto de 2020. Ese día un coche camuflado de la Policía Local se salta cuatro peajes en Portugal. Se trata de uno de los siete vehículos con los que cuenta el cuerpo de seguridad placentino, incautados en operaciones para desarticular el tráfico de drogas y que le han sido cedidos para labores policiales.
En el caso del vehículo multado en Portugal, es propiedad del Ministerio de Sanidad, motivo por el que éste recibió la reclamación del país vecino. Una multa de 70,70 euros por haberse saltado el peaje en cuatro ocasiones, por no pagar por circular por las autovías lusas.
Portugal modernizó en 2010 su red de peajes. Cambió barreras y cabinas por pórticos que vigilan con cámaras y obligan a pagar a todo coche extranjero que circule por ella. Cada pórtico lee la matrícula del vehículo y automáticamente se efectúa un cargo en una cuenta bancaria asociada a la placa del coche. Pero, si no es el caso, hay que asociar al coche una tarjeta de pago virtual para poder circular por las autovías lusas.
El vehículo policial de Plasencia no lo hizo porque la multa llegó al Ministerio de Sanidad. Sin embargo, aunque la infracción se cometió en agosto de 2020, esa reclamación no fue registrada en el Ayuntamiento de Plasencia hasta el 19 de octubre de 2021, según el relato de los hechos que esta semana ha realizado el concejal de Interior, David Dóniga.
Un día después, el 20 de octubre de 2021, desde el Ayuntamiento se pide por primera vez una aclaración al respecto al intendente de la Policía Local. Pero esa petición de información, para conocer por qué un vehículo camuflado ha viajado a Portugal, no recibe contestación. Ni esa ni las otras tres que se suceden en el tiempo: el 15 de febrero de 2022, el 17 de marzo (después de que el Ministerio recordara al Ayuntamiento que la deuda con Portugal seguía sin saldarse), el 22 de marzo y el pasado 11 de noviembre. Ésta quinta y última se hizo cinco días después de que este periódico informara de que un vehículo de la Policía Local había sido multado en Portugal y que se desconocía quién lo conducía y con qué fin viajó hasta el país vecino.
En la reclamación que el Ayuntamiento hace el 11 de noviembre le da un plazo máximo de 10 días a Enrique Cenalmor para que responda. La respuesta llega el 24 de noviembre por escrito «y lo que comunica, en resumen, es que las averiguaciones son complejas y llevarán mucho tiempo», en palabras del edil de Interior.
Pero esa respuesta escrita se produce después de que el intendente de la Policía Local declarara de manera pública que no entendía el revuelo montado por una reclamación, «porque no se pagó el peaje, pero eso no es una multa» dijo, por unos hechos que sucedieron en agosto de 2020. También que había solicitado a Portugal la información que a él le estaba reclamando el Ayuntamiento y que le habían dicho que tardarían al menos un mes, pero que, de momento, por las averiguaciones que llevaba, tenía constancia de que había un viaje de ida a Portugal, «pero el coche se debió quedar allí porque no hay viaje de vuelta».
David Dóniga se ha encargado después de aclarar que el vehículo camuflado en cuestión está en Plasencia y también que, ante la ausencia de explicaciones por parte del intendente, se ha encargado por decreto al segundo mando policial en el escalafón que asuma la investigación. El objetivo sigue siendo el mismo un año después de haber iniciado las pesquisas, saber quién viajó con un coche camuflado al país vecino y porqué lo hizo.
Porque estos vehículos, aunque pueden salir del término municipal, no pueden utilizarse para cuestiones ajenas a las labores policiales. De ahí una investigación que, por el momento, ya ha puesto de manifiesto que el registro de control de los vehículos policiales, si existe, no es el correcto. «Es poco exhaustivo», ha reconocido Dóniga, porque en él desde luego no ha quedado constancia de qué mando o qué agente cogió el 23 de agosto de 2020 las llaves de uno de los coches ni qué motivo policial le llevó hasta el país luso. Y un año después las incógnitas persisten y el misterio del coche camuflado de Plasencia también.
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Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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