Los pequeños se adueñan del Carnaval

Tras abandonar la recta de la avenida de la Hispanidad, el recorrido giró por la rotonda Inés de Suárez hacia la glorieta de Víctimas del Terrorismo, donde se acumuló el mayor número de curiosos. De ahí, la serpiente multicolor se dirigió a la avenida Juan Carlos I, calle del Rey, Plaza Mayor, calle Talavera, avenida Alfonso VIII y avenida de La Salle, para finalizar en la carpa del parque de la Coronación, que acogió un final de fiesta musical. En total, once comparsas y 500 participantes.

'Los indomables' fueron los encargados de dar los primeros pasos, enfrascados en vistosos trajes de inspiración africana y con enormes coronas de pumas multicolores, con la máscara de un felino en el centro de ellas. Ese imaginario subsahariano también sirvió para inspirar a la comparsa del colegio infantil Dulce Chacón.

Siguiendo con la ambientación internacional, la comparsa 'Al fondo hay sitio' brindó una de las 'performances' más elaboradas. Mimetizaron a la perfección el universo Bollywood e incluso desplegaron un par de pequeñas carrozas. Una, tirada por niños, en forma de elefante sagrado. Y otra, un Taj Majal en el que emergía una fuente por donde incluso brotaba agua.

Otra comparsa que lució espectaculares coronas de plumas, en este caso de color verde, fue la de 'Jaleo Fino', emulando al imperio azteca precolombino. Por haber, había hasta una pirámide.

Detrás llegaba la comparsa de 'La unión hace la juerga', con todos sus integrantes adaptando la forma de un búho en tonos blancos, negros y dorados. Y casi a continuación, 'Los apañaos' apelaron a la curiosidad de los espectadores gracias a su temática: Extremadura. Una bandera enarbolada abría la agrupación, que lucía disfraces con mil motivos regionales, bordados en verde, blanco y negro. Y como banda sonora, canciones de raíces extremeñas, ya fuera el himno oficial o el oficioso (Extremaydura, de Extremoduro).

Igual de colorida fue la comparsa de 'La última y nos vamos', que recurrieron a los personajes del cuento de El Cascanueces, en línea con el colectivo de 'Ya sa'liao'. Y cerrando el desfile, el gimnasio Losan tiró los populares uniformes de color rojo y negro que aparecían en la serie ochentera 'V', incluido algún rasguño en la cara para dejar claro que no eran humanos, sino lagartos. Y, finalmente, la asociación de inmigrantes exhibió llamativos trajes tribales y alguna que otra bandera en recuerdo a su país.