Las 304 propiedades de la Iglesia placentina

Trescientos cuatro bienes repartidos por 124 municipios de tres provincias. Es el patrimonio de la Diócesis de Plasencia según el inventario de bienes inmatriculados (inscritos por primera vez en el Registro de la Propiedad) por la Iglesia Católica Española entre los años 1998 y 2015. Una relación que el Gobierno ha elaborado con la intención de que sea publicada para que cualquier particular o colectivo pueda reclamar su titularidad si considera que le corresponde y puede probarlo, según explicó en su día Carmen Calvo, vicepresidenta primera.

En el catálogo de inmuebles a nombre del Obispado de Plasencia son mayoría destacada las iglesias, ermitas, templos y casas o salones parroquiales, pero hay también alguna torre, campanario o cementerio, además de viviendas o terrenos rústicos. Están en municipios de las provincias de Cáceres, Badajoz y Salamanca (Béjar y su entorno), pues hay que recordar que los límites de la diócesis no se corresponden con los administrativos.

En Plasencia se localizan 18 propiedades inscritas en ese periodo concreto que empieza y termina con dos reformas legales que son claves para entender la polémica surgida cuando el Gobierno dio a conocer este listado. En 1998, el Gobierno presidido por José María Aznar reformó la Ley Hipotecaria de 1946, que ya permitía a la Iglesia católica registrar bienes con una certificación eclesiástica, o sea, con la firma del obispo. La reforma de 1998 amplió esta potestad a lugares que no fueran de culto, una posibilidad que permaneció vigente hasta el año 2015. En 2017, el PSOE le pidió en el Congreso al Gobierno de Mariano Rajoy que hiciera el inventario que se ha conocido ahora, tras encadenar sucesivos retrasos.

Las propiedades que el Obispado de Plasencia inscribió en ese periodo y están en la ciudad son la Catedral, el Palacio Episcopal, el Seminario, la Casa de la Mitra y otras que aparecen con una denominación más genérica (tres ermitas, tres templos, tres iglesias, dos propiedades urbanas, una casa, un convento y un santuario). Entre las 304 de la Diócesis (257 en 102 pueblos extremeños más 47 en 22 municipios de Salamanca) no se incluyen aquellas en las que consta otro titular. Es el caso de la vivienda que posee la parroquia de San Pedro o la parcela que pertenece a la de Santa Elena.

Ninguna de estas propiedades localizadas en la ciudad tiene un título diferente al eclesiástico, según el listado elaborado por el Gobierno a partir de los datos proporcionados por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. Esta entidad ha localizado en el país 34.961 bienes inmuebles. De ellos, 982 están en Extremadura (la que menos tiene es País Vasco, con 88, y la que más Castilla y León, que supera los diez mil). La relación distingue entre 'Templos y dependencias administrativas' y 'Otros destinos', lo que de inicio puede llevar a pensar que en un grupo están los lugares de culto y en el otro los destinados a otros fines. Aunque en grandes líneas es así, un repaso tanto al listado extremeño como al del Obispado de Plasencia permiten advertir que hay iglesias fuera del capítulo de 'Templos y dependencias administrativas'.

La Diócesis tiene 15 propiedades en Béjar, siete en Don Benito, otras siete en Casas de Millán, y la misma cantidad en Losar de La Vera y en Serradilla. En Baños de Montemayor y Navaconcejo tiene seis en cada una, y cinco en Logrosán, Cabañas del Castillo, Cabezabellosa, Cabezuela, Arroyomolinos de La Vera, Deleitosa y Villar de Plasencia. Con cuatro bienes en cada uno de ellos aparecen Fuentes de Béjar, Puebla de San Medel (también en Salamanca), Belvís de Monroy, Casatejada, Jerte, Aldeanueva de La Vera, Valverde La Vera, Villanueva de La Vera, Cristina y Medellín.

En la recopilación aparecen dos edificios en Don Benito (en las calles Villanueva y San Antonio), uno en Montehermoso y un complejo (el San Antonio) en Santa Amalia. También los cementerios de Cristina (Badajoz) o Aldeanueva de La Vera, la torre de la iglesia de Segura de Toro o una parcela en Logrosán. El listado no especifica el uso de estos bienes, lo que impide conocer su relación exacta con el día a día de la comunidad creyente.

Según la Coordinadora Estatal para la Recuperación del Patrimonio Inmatriculado por la Iglesia, esta puso a su nombre durante años y en todo el país bienes que no eran de nadie o que pertenecían a ayuntamientos o particulares que no los tenían inscritos. La Conferencia Episcopal, por su parte, explica que en su seno hay «más de 40.000 instituciones registradas legalmente, con capacidad de poseer bienes y que como cualquier otro colectivo de la índole que se quiera (deportiva, social, científica, académica) pueden tener sus bienes para realizar la misión que se les ha confiado». Y añade que «la inmatriculación no otorga propiedad, sino que tiene solo una función probativa o certificativa».