Sucesos

Tres condenados a tres años de cárcel por ocasionar una muerte en Plasencia al vender cocaína adulterada

El fallecimiento del toxicómano de Plasencia coincidió con la muerte de otro drogadicto en Coria en agosto de 2021. La causa de las dos muertes era que la partida de droga estaba adulterada con atropina, una sustancia que puede producir colapso circulatorio, insuficiencia respiratoria, parálisis y llegar a causar un coma.

Hubo un total de dos muertos y 15 personas que necesitaron asistencia médica, e incluso algunos ingresaron en los hospitales de Plasencia y Coria. Los afectados tuvieron alucinaciones y algunos hicieron cosas totalmente absurdas, como intentar hacer huevos fritos usando lavavajillas en vez de aceite, decir en un bar que le estaba acosando un taburete, uno se autolesionó haciéndose cortes en la cara y otro destrozó su propia casa a golpes.

El pasado mes de enero fue juzgado en la Audiencia de Cáceres el camello de Coria que produjo la muerte involuntaria, fue condenado a tres años de cárcel y a indemnizar con 150.000 euros a la viuda y a los tres huérfanos.

Este martes era el juicio de la muerte del toxicómano de Plasencia, en la misma Audiencia Provincial, siendo acusados 5 hombres y una mujer de vender cocaína adulterada. El tribunal, con el acuerdo de las partes, decidieron que la mujer y otro acusado quedaran absueltos. De los otros cuatro, tres son los responsables de vender la cocaína que origino la muerte a un hombre que tenía tres hijos con su pareja, y tenía otro de una anterior relación. Se decidió que cada uno de estos tres procesados fueran condenados a tres años de cárcel y pagar una multa de 2.020 euros. Conjuntamente tienen que indemnizar a la pareja del fallecido y a sus tres hijos con 200.000 euros, y con 60.000 a su expareja y a la hija que tuvo con ella.

El cuarto acusado fue condenado a dos años de cárcel y pagar una multa de 1.750 euros.

El tribunal ha señalado que los vendedores de droga que causaron la muerte del toxicómano de Plasencia, no sabían que la sustancia estaba adulterada con atropina. Por lo tanto la situación era igual que la ocurrida en Coria.

Cuando el toxicómano de Plasencia tomó la droga adulterada en su domicilio, al sentirse mal llamó a su pareja, que en ese momento residía en una vivienda diferente, y le dijo que no estaba bien. Al día siguiente, a las siete y media de la mañana, al no contestar a sus llamadas de teléfono su pareja fue a verle. Estaba magullado, aturdido y tenía dificultades para hablar. A las nueve de la mañana él fue al domicilio de su pareja, diciendo que estaba cansado y que necesitaba dormir. Minutos después ella siente un golpe en el cuarto de baño y al ir al baño encontró a su pareja dentro de la bañera, pálido y con los labios morados. Ella llamó al 112. Una ambulancia se lo llevó al Hospital Virgen del Puerto de Plasencia, pero murió en el traslado.

La causa del fallecimiento fue un síndrome asfíctico general como consecuencia del consumo de sustancias de abuso adulteradas con atropina en altas proporciones.