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GLORIA CASARES
Domingo, 29 de mayo 2022, 10:47
Las clases comenzaron en el colegio Francisco Montero de Espinosa en el curso 1972-1973, concretamente en el mes de septiembre de 1972. Sin embargo, el que fuera director del centro y muchos años maestro Luis Maestre recoge en la historia escrita del centro que no hay documentación de cuándo se construyó el colegio.
Sí, en cambio, se sabe que en 1985 se llevó a cabo una profunda ampliación del centro que dio paso a la estructura que aún mantiene. Esas obras contaron con un presupuesto de 40 millones de pesetas, según suscribe Luis Maestre en la historia del centro.
El gobierno municipal de Almendralejo bajo cuyo mandato se construyó el centro determinó que el nombre que debía llevar era el del alcalde Francisco Montero de Espinosa, también conocido como 'Don Paco el Colorao', una persona peculiar que vivió 88 años y que fue regidor de la ciudad durante nueve años, en tres mandatos diferentes entre 1924 y 1942, llevando a cabo importantes avances para el bienestar de los ciudadanos e importantes obras como el Mercado de Abastos.
Por entonces, en esa zona de San José solo estaba el colegio Suárez Somonte, que se había quedado pequeño y que después llegó a integrarse en el Montero de Espinosa.
Comenzó con 22 maestros y un año siguiente, en 1986, ya contaba con calefacción, laboratorio, biblioteca, sala de pretecnología, sala de proyecciones, vestuarios, zona deportiva y servicio de comedor. También fue pionero este colegio en la ruta de autobús escolar para trasladar al centro a alumnos que residían en cortijos o en núcleos residenciales.
Otra de las curiosidades es la estabilidad que ha tenido el colegio Montero de Espinosa durante estos cincuenta años tanto en los docentes como en los directores, apenas ha habido cinco o seis en cinco décadas. El primero fue Carlos Aller, le siguió Luis Maestre Álvarez. Después llegó Matías Villegas, que fue director durante 15 cursos. Tras él llegó Manuel Lázaro y Valentín Fernández, para dar paso a Juan Luis Ortiz, el actual.
Pero si por algo se ha caracterizado este colegio es por la oferta de actividades extraescolares, que siempre ha contado con gran apoyo del alumnado.
Muchos de los antiguos alumnos aprendieron a tocar un instrumento en la rondalla del Montero, otros aprendieron a pintar en el taller de pintura y algunos perdieron el miedo a hablar en público en el grupo de teatro.
Esas actividades escolares o extraescolares del Francisco Montero de Espinosa han seguido siendo innovadoras en la educación en Almendralejo, como el campamento de lectura nocturno o el aula abierta, inaugurada hace unos meses en uno de los patios escolares.
Tal vez por esa innovación educativa, por la implicación de los docentes, por la implantación de programas europeos para los alumnos y, quizás, por haber sabido actualizar la fisonomía del colegio, modernizando su aspecto, a pesar de los años de sus muros de ladrillo visto, el CEIP Montero de Espinosa se ha convertido hoy en el centro más demandado de Almendralejo por las familias. Se han recibido 57 solicitudes para niños de tres años.
Para celebrar todo ello, junto al 50º aniversario del colegio, el pasado viernes, 27 de mayo, hubo un acto institucional conmemorativo junto a una fiesta para recibir a antiguos alumnos y maestros jubilados.
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