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Crece el recelo en la Raya por culpa del coronavirus

Villanueva del Fresno. Este pueblo pide medidas severas para evitar que el virus traspase la frontera y alejar el mal ambiente con poblaciones portuguesas que considera hermanas

Domingo, 12 de julio 2020, 08:54

En Villanueva del Fresno (3.400 habitantes) saben que a diario, alrededor del mediodía, el alcalde de Reguengos de Monsaraz (Portugal, 10.800), José Calixto, cuelga en su perfil de redes sociales la última hora de fallecidos y contagiados por coronavirus en su pueblo, situado a 35 kilómetros. Los habitantes del pueblo extremeño, en cuanto conocen los datos de Reguengos, los comparten con sus vecinos. Y últimamente nadie respira tranquilo. Viernes pasado: 169 positivos de los que 131 eran activos, 10 ingresados, seis de ellos en cuidados intensivos. En total van 16 fallecidos.

En Villanueva del Fresno saben que cuanto peor les vaya a sus vecinos portugueses peor les irá a ellos y viceversa pues el contacto es continuo y por eso ahora mismo prefieren aislarse unos de otros.

El alcalde villanovense, Ramón Díaz Farias, pidió este viernes que en esta zona de la Raya no haya libertad de movimientos para que, en un contexto de descoordinación al tratarse de dos países diferentes, la situación no se agrave. «A nuestro servicio de Urgencias están llegando portugueses porque a ciertas horas en su país no hay médico. Pero luego estos pacientes no tienen seguimiento cuando regresan a su domicilio», decía frustrado el primer edil villanovense, que pide una intervención de carácter transfronterizo que abarque a media docena de municipios a ambos lados de una frontera donde el coronavirus podría empezar a moverse a sus anchas.

«Que se controle el flujo con Portugal porque nos da bastante miedo»

Marta Sánchez Estanco | Casa Gullón

Hay que tener en cuenta que Villanueva del Fresno, Reguengos de Monsaraz y la vecina Mourao (2.600 habitantes, a 15 kilómetros, también en Portugal) son localidades hermanadas culturalmente, pero además se sostienen económicamente unas a las otras. Hay un trasiego de más de doscientos trabajadores que cruzan a diario la frontera. Además, los extremeños van allí a comer o a las playas fluviales de Alqueva y los portugueses vienen comprar, desde tabaco, chocolate o gasolina a bombonas de butano. Por supuesto, hay matrimonios de ambas nacionalidades desde hace generaciones, pero la pandemia ha levantado una especie de muro invisible y el recelo crece. Varias cámaras de la televisión portuguesa buscaban testimonios en la plaza de Villanueva del Fresno el viernes pasado para explicar el ambiente actual.

Samuel González regenta Casa Claudio, una multitienda en la calle Ramón y Cajal de Villanueva del Fresno. «Lo mismo que nosotros podemos llevar el virus para Portugal –decía este tendero– ahora ellos lo pueden traer aquí. Somos como hermanos, lo que no quita que alguna persona diga ahora, ¡cuidado, que ahí viene un portugués!, pero nosotros sin ellos no somos nada, esa es la verdad. Acaban de salir dos portugueses de Mourao de mi tienda y algunos dicen que no comprenden cómo no han confinado Reguengos aún, que es de donde ha salido todo esto».

Al fondo, María Pérez, una mujer mayor, escucha la conversación e interviene: «Preocupación hay porque los portugueses van y vienen, así que lo más normal es que estemos preocupadas. Yo ya me he mentalizado de que hay que ir siempre con mascarilla».

«No se comprende cómo no han confinado aún Reguengos»

Samuel González | Multitienda Don Claudio

Marta Sánchez, que desde hace 19 años regenta un estanco a pocos metros, es cada vez más estricta con las medidas higiénico sanitarias. Tiene lo que ella llama un 'rincón covid' para desinfectarse y no admite a más de dos clientes en el interior de su negocio. Desde detrás de la mampara pide mayor control en la frontera, y eso que los lusos son muy buenos clientes. «Que se controle el flujo de portugueses y que Portugal tome medidas sanitarias oportunas porque nos da bastante miedo. En cuanto reabrió la frontera (1 de julio) ha sido venir ellos y agotarse la latas de tabaco para pipa, pero he visto que algunos clientes que han visto portugueses dentro se han ido».

«Hay preocupación»

El primer edil de Villanueva del Fresno y su homólogo de Valencia del Mombuey (731 habitantes) pidieron el jueves pasado al Gobierno de España que se cerrara la frontera que hay a apenas cinco minutos en coche y solo se permitiera el paso de trabajadores. Precisamente en el mes de marzo pidieron lo contrario, que ese mismo paso fronterizo que los conecta con Mourao abriera para que los trabajadores no tuvieran que dar un rodeo de varias horas hasta Caya, en Badajoz. Ante el rumor de un posible cierre de fronteras, decenas de portugueses acudieron esta semana a la gasolinera de Villanueva a llenar el depósito de sus coches.

Ramón Díaz Farias, alcalde de Villanueva del Fresno, ante la televisión portuguesa el viernes Pakopí

En Villanueva del Fresno el coronavirus ha provocado desde el inicio de la pandemia tres contagios y en Valencia del Mombuey solo uno. Si antes era Portugal el país que parecía tener controlado el virus, ahora es la amenaza con más de cien contagiados desde hace varias semanas solo en Reguengos.

El alcalde de Villanueva del Fresno pide una actuación firme para evitar contagios y teme que se malinterpreten sus exigencias. «Hay un ambiente de preocupación por una situación que se da en un pueblo hermano y ante este vacío y descoordinación de autoridades españolas y portuguesas lo que queremos es un tratamiento especial para esta zona transfronteriza. Y si hay que confinar Reguengos habría que confinar Villanueva del Fresno», señalaba este viernes justo después de conocer el último dato facilitado por José Calixto, su homólogo en Reguengos.

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