Nacho Cano presenta su musical 'Malinche' en la cuna de Hernán Cortés

«Malinche y Hernán Cortés fueron los padres del mestizaje, sembró un patrón de fusión, también de liberación de pueblos oprimidos; fue un personaje que cambió el mundo», dijo bajo la estatua que preside la principal plaza de la localidad natal del conquistador extremeño. «No era un hombre normal, porque en su vida hizo cosas que necesitaban de un gran coraje, un gran valor y una gran fe», expuso Nacho Cano en una concurrida plaza que escuchaba con atención. «Por supuesto, tendría errores, como todos, pero en lo positivo dejó un gran legado», recalcó.

Cano dejó patente en sus palabras el trabajo de documentación y estudio que durante más de una década ha realizado para reflejarlo en 'Malinche', un musical estrenado en Madrid hace menos de un mes. «Está teniendo un éxito tremendo y lo que más me agrada es que a los mexicanos les encanta; por fin, pueden reencontrarse con su historia de una manera positiva», aseguró. «Espero que en las próximas fechas Medellín se llene de mexicanos que vengan a entender un poco de dónde vienen porque el mundo sería muy distinto si Hernán Cortés no llega a hacer lo que hizo», subrayó.

El acto se convirtió en una exaltación de la figura de Hernán Cortés gracias también a la intervención del historiador Esteban Mira, gran conocedor de su figura y que ve en el musical de Cano una forma diferente de acercarse a su historia. «Lo más valioso del musical 'Malinche' es que contribuye a reforzar y apuntalar esos puentes que los historiadores tratamos de trazar», afirmó Mira, que cree que «estos siglos de historia compartida deben usarse para destacar lo que nos une y así tender puentes entre dos continentes hermanos, Europa y América».

También el alcalde, Valentín Pozo, se sumó a las palabras reivindicativas desde la ciudad que vio nacer a Hernán Cortés: «Nuestro pueblo debe ser la punta de lanza de la lucha contra la leyenda negra antiespañola que intenta apartar a Cortés del lugar que le corresponde por derecho en la historia de España y de la humanidad».

Aunque más allá de lo institucional, la visita de Nacho Cano a Medellín levantó una gran expectación entre vecinos y visitantes, más numerosos de lo habitual al ser un día festivo. Nadie se quería marchar sin su foto junto al artista, aunque también eran varios los que acudían a la plaza con vinilos o libros de Mecano para que estampara sobre ellos su autógrafo.

Otros tantos llegaron a este céntrico enclave para recordar junto a Nacho Cano el vínculo familiar que le une a Extremadura, ya que su padre era natural de Zalamea de la Serena. Además de algunos familiares y miembros de la corporación municipal ilipense, la mañana también dejó como anécdota algunos recuerdos de su concierto en ese municipio pacense en los años 70. Y es que uno de los guardias civiles presentes en el acto confesó a Nacho Cano que había accedido sin entrada. «Tendría unos 12 años y me colé», comentaba entre risas. «Intuyo que se coló la mitad del pueblo», contestó con complicidad en una visita en la que además recibió una pequeña estatua de Hernán Cortés como recuerdo antes de escuchar los himnos de España, México, Colombia, Extremadura, Medellín y el dedicado al conquistador.