La muerte violenta que se produjo este martes en Zafra acabó con la vida de Iván Melo, un vecino de esta localidad nacido en ... 1982. Cuentan que su familia siempre ha vivido en la calle Belén, en la casa donde ocurrieron los hechos. Del fallecido aseguran que no llamaba la atención en la calle, por la que acostumbraba a pasear con su perro. La Guardia Civil sacó este martes de la casa un pastor alemán, es lo que vieron los vecinos.
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También de la mujer dieron algunas referencias. Aseguran que mantenían una relación desde hacía tiempo –algunos vecinos hablan de dos años–, pero la Guardia Civil ha confirmado que existía una orden de alejamiento que impedía al varón acercarse a ella, aunque no se descarta que siguiesen viéndose.
No han trascendido más detalles sobre la supuesta responsable de la muerte y el varón fallecido, a quienes un vecino sitúa en la casa de la calle Belén la madrugada del lunes al martes.
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En el perfil que tenía abierto Iván en las redes sociales se indica que nació el 10 de junio de 1982, por lo que tenía 42 años en el momento de morir. También se recoge que estudió en el instituto Suárez de Figueroa de Zafra. Tras su fallecimiento, varios amigos publicaron en su perfil mensajes en los que daban el pésame a la familia.
Personas que conocían a Iván han explicado que su familia es muy conocida en la localidad segedana por haber estado dedicada al negocio de la hostelería, un sector en el que también ha trabajado el ahora fallecido. «Saludaba a todo el mundo, trabajaba, creo que era camarero. A la chica la conocíamos menos, sabíamos poco de ella», aportó otro vecino.
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El cadáver de Iván Melo permaneció en el lugar en el que murió hasta las 11.00 de la mañana de este martes.
En ese momento fue autorizado el levantamiento por la autoridad judicial y un vehículo fúnebre lo condujo al Instituto de Medicina Legal de Badajoz para que le fuese realizada la autopsia.
Su muerte violenta no es la primera en esta familia. En Zafra se recuerda que en año 1983 su padre fue condenado por la muerte de un vecino de los Santos de Maimona ocurrida un año antes.
Los hechos se produjeron en el Club Sonia y Antonio Melo fue condenado a doce años de cárcel por omisión de un delito de asesinato, un hecho por el que también fueron sentenciados otros dos hombres vecinos de Los Santos de Maimona.
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Nueve años después de producirse esa muerte violenta, fue Antonio Melo quien murió a manos de un hombre en la Plaza Grande de Zafra. Sucedió en el transcurso de una discusión y el autor de los hechos fue condenado a cinco años de cárcel porque quedó probado que la víctima había empezado la pelea.
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