El pescador herido en el pantano García de Sola «lleva toda la vida en el agua, no sé qué ha podido pasar»

Un gran profesional y muy preparado. Con esas palabras definen a Jaime, de 34 años, los que le han visto surcar las aguas del pantano de García Sola disfrutando de su gran pasión, la pesca. «Es un veterano, lleva toda la vida en el agua, no sé qué ha podido pasar, pero seguro que algún día nos lo contará, porque saldrá de esta, es un tío valiente», cuenta Juan, del restaurante La Barca del Tío Vito, que fue uno de los primeros en acudir a su auxilio.

Este establecimiento se encuentra próximo a la orilla del pantano y a unos 600 metros de donde ocurrieron los hechos, además, cuenta con unas cristaleras hacia el agua y fue justo enfrente donde ocurrieron los hechos. En torno a las 4.30 de la tarde, Juan fue alertado de lo que estaba sucediendo, «me dijeron que había un hombre que se había caído de un barco y que la embarcación estaba a su lado dando vueltas».

Rápidamente avisaron al 112 y acto seguido se subió en su embarcación para acudir hasta allí mientras venían los servicios de emergencia. Buen conocedor de las aguas del pantano, rápidamente fue consciente de la gravedad. Cuando llegó a la altura del pescador, ya se encontraba allí un vecino de Valdecaballeros, José (José Luis Lofling, propietario del hostal La Vaguada), que fue el primero en asistir al herido para sacarlo del agua y cuya intervención fue cruzial para salvarle la vida.

«Una vez que lo sacamos del agua, lo llevamos al embarcadero y allí estaba todo preparado por parte del 112, con sanitarios, bomberos… El mérito de que esté vivo es de los profesionales que vinieron, se portaron muy bien; los sanitarios y los bomberos se entregaron. Es una zona de difícil acceso y lo hicieron muy bien», afirma un día después de lo ocurrido.

Hasta el lugar acudieron efectivos del SES y Cruz Roja, además de Guardia Civil y bomberos del parque de Herrera del Duque que incluso tuvieron que utilizar alargaderas de corriente para llegar hasta el embarcadero.

Juan explica que era un día en el que había pocos barcos, al contrario de otros durante el verano o los fines de semana, «pero en estos días entre semana hay muchos menos barcos. Ahora hace frío y hay menos pescadores; en verano, te caes y casi al instante te ha visto alguien para ayudarte». Los hechos ocurrieron en torno a las 4.30 de la tarde, por lo que cree que el pescador iba ya de regreso hacia Valdecaballeros, donde reside desde hace unos años.

Su actuación, junto al resto de personas implicadas en el rescate, fue clave para que llegara vivo al hospital comarcal Don Benito-Villanueva, donde ingresó en estado crítico con graves heridas en los brazos que hacían temer su amputación. Sin embargo, la gran labor de los profesionales del centro hospitalario hizo posible una exitosa intervención quirúrgica para reconstruir los brazos y que hoy se encuentre en la UCI, estable dentro de la gravedad en este hospital.

Y es que, una vez que entró en el hospital, todo el mundo se volcó para ayudar la operación. Según ha podido saber HOY, a los médicos se sumaron enfermeros, auxiliares y celadores, incluso una matrona fue a ayudar, para tratar de mantener con vida al joven, de 34 años, que además sufrió un shock hipovolémico por la pérdida importante de sangre e hipotermia severa por las bajas temperaturas del agua. Además, el Servicio Extremeño de Salud aclara que la única amputación que ha sufrido es la de un dedo de un pie.

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