Prisión provisional para el joven de 23 años que atropelló a dos ciclistas en Fuente de Cantos

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Zafra ha decretado el ingreso en prisión del joven de 23 años que fue detenido el domingo como presunto responsable del atropello de dos ciclistas ocurrido en Fuente de Cantos, un suceso que ha tenido consecuencias serias porque uno de los atropellados permanece ingresado en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Badajoz.

El juzgado que instruye el caso ha determinado que los cargos que pesan contra el automovilista tienen la suficiente entidad para que sea enviado a prisión de forma preventiva, una medida que sólo se adopta cuando se presume una condena de cárcel importante.

Uno de los delitos que podrían ser imputados al conductor es el de abandono del lugar de un siniestro dado que después de sufrir el accidente se dio a la fuga y tuvo que ser localizado unas dos horas después en su domicilio de Fuente de Cantos.

A ese hecho se sumaría otro delito de lesiones graves por imprudencia grave en el que se podría imponer una pena de 2 años y un día de prisión porque supuestamente el accidente se produjo bajo los efectos del alcohol y las drogas.

La presencia de esas sustancias se constató en las pruebas a las que fue sometido el conductor cuando fue localizado en su domicilio. Habían pasado unas dos horas pero la tasa de alcohol superaba ligeramente el límite de 0,60 miligramos por litro de aire expirado y también se observó la presencia de al menos una sustancia estupefaciente.

Los posibles delitos por los que podría ser acusado son cuatro: lesiones graves por imprudencia grave, delito contra la seguridad vial por superar la tasa de alcohol permitida y observarse la presencia de sustancias estupefacientes, abandono del lugar del accidente y omisión del deber de socorro.

En todo caso, se trata de acusaciones que en el transcurso de la instrucción judicial deberán acreditarse puesto que en el caso del positivo por droga es necesario que se conozca el resultado de una prueba de contraste en la que se determine con total fiabilidad la presencia de esas sustancias en su cuerpo.

Un conductor que sea condenado por esos cuatro delitos podría acumular una pena importante de prisión. El delito de abandono del lugar del accidente se castiga con penas de hasta 4 años de cárcel mientras que el de lesiones graves por imprudencia grave conlleva 2 años y un día de cárcel si se comprueba que el alcohol o las drogas influían en la conducción.

El fiscal delegado de Tráfico en Extremadura, Diego Yebra, recuerda que los accidentes con alcoholemia que provocan fallecidos o lesiones graves tienen consecuencias penales serias. «Sobre este caso no debo pronunciarme porque está en investigación, pero en la región se han juzgado accidentes muy serios que han conllevado el ingreso de los conductores en prisión».

Yebra explica que abandonar el lugar en el que se ha producido un accidente con lesionados se castiga como delito en un artículo que figura en el Código Penal desde el año 2019. Hasta ese año se condenaba al conductor que después de causar un accidente se marchase sin socorrer al herido, pero había casos en los que no podía aplicarse la pena porque en el lugar ya había alguna tercera persona socorriendo al accidentado.

Para evitar que en ese caso la fuga no tuviera consecuencias se decidió crear un nuevo artículo en el que se contemplan penas de prisión de seis meses a cuatro años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a cuatro años si se demuestra que el accidente tiene su origen en una acción imprudente del conductor.

En el accidente de Fuente de Cantos se contempla por el momento un posible delito de lesiones graves por imprudencia grave pero la pena en este tipo de sucesos es mayor cuando se produce una víctima mortal. En ese caso se tipifica un delito de homicidio por imprudencia grave que conlleva 2 años y medio de prisión y un mínimo de 3 años y medio de privación del carné de conducir.

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