Salvatierra brilla con la Procesión de las Antorchas en su noche más especial

La noche del 13 de septiembre, la de la Procesión de las Antorchas, es la de un encuentro vibrante entre el pueblo y su Cristo de las Misericordias. A las 11.30, en silencio, la imagen del Cristo, llevada por seis porteadores, es sacada desde la iglesia parroquial de San Blas. Su destino es la plaza de España. Un pequeño trayecto en el que la imagen del Crucificado es escoltada por una hilera de antorchas, primeto, y después de bengalas.

En la plaza, antes de una breve homilía de un sacerdote, una mujer canta desde el balcón del Ayuntamiento y los salvaterreños empiezan a tener sinfín de emociones. Para agradecer al Santísmo que se vuelvan a ver, para rezar y rememorar a los que nos faltan: padres, hermanos, tíos, amigos...Muchas personas se acercaron a Salvatierra desde otros municipios a conocer y pellizcar esa noche de luz y sentimientos. Cada año son más.

Anoche el sacerdote encargado de pronunciar una breve homilía fue el párroco de Barcarrota, Francisco Gallego Bélmez, quién se mostró impactado al inicio de su alución por la plaza de España iluminada exclusivamente por las antorchas.

Tras los vítores al Cristo y a Salvatierra, la imagen del Señor de las Misericordias, justo a las doce de la noche, la procesión enfiló hacia la iglesia ante el estruendo de los fuegos artificiales y el repicar incesante de campanas. Las antorchas y las bengalas acompañaron al Señor de Salvatierra en otro 13 de septiembre mágico en la localidad de la Sierra Suroeste.